Las dificultades en los grandes ejes
Desde la plaza de Castilla a Cibeles sobre dos ruedas y en poco más de media hora. Un plano diseñado por Jorge Alcolado, madrileño de 39 años y fanático de la bici, sostiene que 35 minutos son suficientes para atravesar la ciudad de norte a sur y de este a oeste. Pero el mar de tráfico hace que el ciclista se convierta en un coche más, lo que sumado a las subidas y bajadas de la ciudad, convierten la propuesta en una misión de alto riesgo para la que hay que destinar 50 minutos, según comprobó ADN.
Los 2,4 millones de coches que inundan cada día las calles de Madrid son el enemigo de las sólo 46.000 bicis que circulan. La capital no facilita el transporte sobre dos ruedas y a sus habitantes les falta concienciación: los desplazamientos en bicicleta suponen sólo el 0,6%.
Adrián Fernández, estudia Ingeniería de Obras Públicas y es un activista ciclista y redactor en ecomovilidad.net. "Es difícil convencer al público de que coja la bici todos los días" dice. Claro que convencer al público sobre las dos ruedas se convierte en una tarea más difícil sin infraestructuras para argumentarlo.
Sobre el sillín, el cuerpo del ciclista es su carrocería, y sus piernas, la gasolina. La bici es un coche más en la carretera, pero ese no es su hábitat. El Ayuntamiento construyó el año pasado 63 kilómetros de carril bici para completar el ya existente de 223. Ese tramo forma un anillo en el exterior de la ciudad; pero el carril rojo en el centro, el que permitiría moverse de punta a punta en tiempo récord como plantea Jorge Alcolado, es casi inexistente.
"Es un plano diseñado para domingueros" critican Adrián y Jorge "y no para usar la bici para ir de casa al trabajo". Para Jorge, "el carril bici es una treta del Ayuntamiento; que no puede decir que no a un plan tan vanguardista". El Plan Director de Movilidad Ciclista se aprobó en 2007, "pero está mal ejecutado", objeta Adrián. Se han hecho "aceras bici, que roban espacio al peatón".
"Pedalear por Madrid no es cosa de niños, hay que sacarse el 'carné de conducir ciclista", ironiza Jorge. Y recuerda que 1,5 metros son suficientes para dar rapidez y seguridad al usuario de la bicicleta.
Obstáculos
1 De Cibeles a Colón, la congestión del tráfico abochorna a las bicicletas. Tres carriles en ambos sentidos se imponen llenos de coches, sin dejar uno seguro a los ciclistas.
2 De Génova a Alonso Cano, la cuesta impera en el centro. Se trata de pedalear y no correr, para superar la inicial ansiedad.
3 El recorrido se vuelve autopista en Raimundo Fernández Villaverde. Los coches rebasas a los ciclistas a toda velocidad.
4 La Castellana, otra vez selva urbana. El ciclista debe actuar como un coche más e indicar sobre sus maniobras, siempre a la derecha. En total, hasta plaza de Castilla, 50 minutos.
Fuente: adn.es