Circulando por la calzada como un vehículo más
Mañana domingo, a partir de las 9:00 de la mañana, se celebrará el Día de la Bicicleta de Madrid. Será en un recorrido circular de 20 km, con las calles de nuestra ciudad cortadas al tráfico, en el que muchos miles de ciclistas disfrutarán de una jornada ciclista festiva.
Esta no es una situación real de ciclismo urbano. Un día cualquiera en Madrid no vamos a encontrarnos con las calles cortadas, y tendremos que compartir la calzada con el resto de vehículos. Por eso ayer nos planteábamos una pregunta: ¿Sería posible realizar en bici el recorrido de la Fiesta de la Bicicleta sin tener las calles cortadas?
Pincha en la imagen para ver la ruta en Runkeeper
La cita para realizar esta prueba era hoy sábado, a las 9:00 de la mañana en la esquina de Menéndez Pelayo con Ibiza. Finalmente nos hemos juntado cinco ciclistas para hacerla: Jorge, Enrique, Dudu, Gonzalo y Aalto. Tras charlar unos minutos con Baldo, que se había acercado a saludarnos antes de emprender su BiciFinde a Alcobendas, a las 9:11 iniciábamos nuestra ruta por la calle Menéndez Pelayo.
Dejamos atrás el Retiro y entramos en Príncipe de Vergara. Aquí encontramos algo que se repetiría en muchas de las calles de nuestro recorrido: el carril bus-taxi. En este caso con aletas azules. Como NO está permitida la circulación de bicicletas por el carril bus, nosotros circulamos siempre por el carril contiguo. Después de pedalear por varias calles con carriles protegidos con aletas y otros sin ellas, la verdad es que prefiero los carriles bus con aletas. Los conductores entienden mejor que no te puedes saltar las aletas y vas por el carril de la derecha que es el que te corresponde. Lo entenderéis mejor cuando os cuente lo que nos pasó en la Gran Vía.
Este primer tramo por Príncipe de Vergara y Pío XII es en ligera subida, pero vamos charlando y se hace muy ameno. A estas horas matinales de un sábado hay muy pocos coches circulando por Madrid, pero eso no impide que nosotros circulemos correctamente respetando en todo momento la Ordenanza de Movilidad como un vehículo más, y particularmente los artículos referentes a la bicicleta. Así por ejemplo, circulamos en todo momento por el carril derecho (salvo en los giros a la izquierda), no circulamos por el carril bus, y por supuesto respetamos todos los semáforos que encontramos en nuestra ruta.
Al final de Pio XII la ruta de la Fiesta de la Bicicleta da un giro a la izquierda para dirigirse hacia la Plaza de Castilla. Aquí suele producirse siempre un gran atasco de ciclistas, muchos frenazos y algún alcance. Nosotros hacemos ese giro como cualquier vehículo rodeando la glorieta: giramos primero a la derecha y después a la izquierda alrededor de la isleta.
Seguimos por la calle Caídos de la División Azul, Mateo Inurria, y llegamos a la Plaza de Castilla, otro de los "puntos negros" del recorrido de la Fiesta de la Bicicleta. Aquí los seis carriles llenos de ciclistas se encuentran con un "embudo" que les hace girar antes de la Plaza por dos carriles hacia el paseo de la Castellana, lo que provoca muchos atascos y más de un susto.
Nosotros, como un vehículo más, tenemos que rodear la Plaza de Castilla. Son seis carriles, y como tenemos que dar tres cuartos de vuelta para salir hacia el Paseo de la Castellana nos situamos inicialmente en el cuarto carril y vamos saliendo carriles hacia afuera según giramos en la plaza. Vamos, como cualquier vehículo. Cruzo muy a menudo por esta glorieta y colocándose correctamente nunca tienes problemas.
El Paseo de la Castellana lo recorremos por los carriles laterales. Aquí empezamos a encontrar más tráfico, pero la diferencia de velocidad entre nuestras bicis y los coches no es muy grande (bajábamos a unos 30-40 km/h). Quizá la zona más complicada fue frente a Nuevos Ministerios, un tramo en el que no existe el lateral y los coches van más rápidos.
En Colón giramos a la derecha para subir por la calle Génova. Es una subida durilla, pero es corta, y además no hay carril bus, por lo que circulamos a nuestro ritmo por el carril derecho sin problemas. Vamos a unos 15-20 km/h, por lo que aquí si hay diferencia con la velocidad de los coches, pero pueden adelantarnos sin problemas.
En la calle Sagasta, y Alberto Aguilera vuelve el carril bus, pero al ser unas calles más o menos planas nosotros vamos rápidos por nuestro carril. El carril bus en este caso no está protegido por las aletas azules, por lo que si hay un coche en doble fila los autobuses y taxis se salen invadiendo nuestro carril.
Al llegar al final de Alberto Aguilera, el recorrido de la Fiesta de la Bicicleta gira directamente a la izquierda para coger la calle Princesa. Como ese giro no puede hacerse un día como hoy, nosotros lo hacemos unos metros antes, a la altura de Guzmán el Bueno (podría hacerse también por el túnel, o siguiendo hacia Princesa, parando una vez pasada la calle e incorporándose a la izquierda al abrirse el semáforo).
Bajada rápida por la calle Princesa hacia la Plaza de España, y frente a nosotros el gran "cuestón" del día: la Gran Vía.
Aquí nos encontramos con bastante tráfico y con dos problemillas: una calle cuesta arriba, y un carril bus a nuestra derecha sin la protección de las aletas azules. Nuestra velocidad de subida, de unos 18-20 km/h (dándole caña) y la de los coches... bastante más rápida.
Este fue el único punto en el que nos pitó un coche y ¡un camión de basura! al adelantarnos. Desde el camión, incluso nos dieron un grito "iros al carril de la derecha". Evidentemente no sabían que la Ordenanza de Movilidad nos prohíbe ir por el carril derecho porque es un carril bus (aunque en ese momento estuviera vacío), pero no era plan parar allí a explicárselo.
Pasada la plaza de Callao, la Gran Vía se suaviza y empieza a bajar hacia Alcalá ¡Se acabaron los problemas!
En Cibeles, giramos a la derecha para bajar por el Paseo del Prado, con bastante tráfico, pero nosotros vamos muy rápidos por nuestro carril (aquí el carril bus vuelve a estar separado por aletas). En el tramo de Neptuno a Atocha los carriles se hacen más pequeños y con tanto coche da sensación de agobio, pero es un tramo corto.
El semáforo de Atocha nos pilla en rojo, por lo que aprovechamos para cruzar al otro lado del Paseo del Prado y emprender la subida hacia Cibeles. Ya queda muy poco para acabar, solo subir la última cuesta del día hacia la Puerta de Alcalá y bordeando el Retiro llegar a nuestro punto de partida.
En total han sido 20 km, que hemos recorrido en una hora y 26 minutos, a una media de unos 14 km/h.
Hemos podido comprobar que sí es posible realizar en bici el recorrido de la Fiesta de la Bicicleta sin tener las calles cortadas, circulando con nuestras bicis por la calzada como un vehículo más, y salvo alguna pitada los coches nos han respetado en todo momento.