- FICHA TECNICA
Recorrido: Lucero-Ríos Rosas.
En Metro: se tarda 35-45 min.
En bicicleta: se tarda 45-50 min. sentido ida (ascenso) y 35-40 sentido vuelta (descenso). Se podría tardar menos pero no estamos hablando de ciclismo deportivo y menos de hacer esfuerzos que te hagan sudar, que hay que llegar a la oficina con buen aspecto.
En automóvil: en hora punta no menos de 45 minutos. Antes de las 7.30 AM. 20 minutos
Tipo de bicicleta: Cuadro montaña con neumáticos lisos “slicks”, guardabarros y sin transportin. Candado en “U” integrado en el cuadro. Pedales convencionales para poder ir con zapatos normales.
8.15 Comienzo de la ruta. Tengo la bici en el cuarto de ascensores de la comunidad, un sitio bastante polvoriento en el que te sueles manchar si no andas con cuidado y esto es importante si vas a la oficina. Que las viviendas, sobre todo si son comunidades grandes, tengan cuartos para bicicletas es algo que se debería potenciar y ser obligatorio en las viviendas nuevas. A primera hora de la mañana suele hacer bastante fresco y como el comienzo de la ruta es en descenso se suele pasar un poco de fresco, no obstante si te abrigas mucho sudarás en el resto del recorrido. Un buen tramo de la calle Sepúlveda no tiene anchura suficiente como para que los automóviles te adelanten, tampoco es conveniente pegarse mucho a la derecha para evitar posibles aperturas de puertas. Al final en este tramo se van acumulando coches detrás del ciclista lo que produce bastante inquietud. Por cierto, la calle está orientada al este y el sol, que acaba de salir es bastante molesto.
8.25 Puente de Segovia. Desde aquí y para evitar la congestionada Cuesta de San Vicente, ensayo un nuevo recorrido siguiendo Manzanares arriba el carril bici de Madrid-Río. Resulta ser una gozada, hay bastantes ciclistas en el mismo sentido y tienen aspecto de ir a la Ciudad Universitaria. En el puente de la Reina Victoria me encuentro con un amigo con el que suelo coincidir casi a diario en el metro haciendo el trasbordo de Príncipe Pío. De hecho el va caminando desde casa al metro. Toda una casualidad.
8.35 Puente de los Franceses. Comienza la parte mas penosa de la ruta, el duro ascenso hasta el intercambiador de Moncloa. Es lo peor de esta alternativa y a pesar de circular por el Parque del Oeste el transito de automóviles y el ruido que generan es constante. A pesar de buscar el desarrollo más favorable, y una cadencia relajada de pedaleo es inevitable llegar a la parte superior del Paseo de Moret con las pulsaciones bastante altas. La orografía de Madrid es todo un problema, pese a quien pese.
8.50 Cea Bermudez. Desde hace rato voy acompañado de otro ciclista que lleva un chaleco naranja con la inscripción “PAC MAN ON BIKE” y un dibujo de unos divertidos “comecocos” zampando partículas de CO2. Cea Bermudez es otra calle donde con el sol de frente no se ve nada. Yo apenas veo a mi compañero del chaleco naranja que va unos metros delante. Esto me inquieta un poco por que en esta calle los coches no van precisamente despacio. En Canal aprovecho para sacarle unas fotos con su sombra alargada.
8.55 Aparcamiento de mi oficina. Como nos dejan estacionar la bici en el aparcamiento del edificio ni me planteo el dejarla en la calle. Ya he vivido la experiencia de un robo de bicicletas y es algo bastante traumático. Ato la bici con la “U” y subo a la oficina. No debo tener mal aspecto por que nadie me sale al paso con el habitual ¡¡hombre, has venido en bicicleta!! Aunque la “procesión va por dentro” en forma de camisa empapada, las cosas de mi metabolismo. Me siento en el despacho y una sensación de relax me invade. La botella de agua bien cerca y a currar.
De vuelta a casa. Lo mejor de todo es el regreso a casa después de la jornada laboral: sol, calorcito y un perfil en descenso, al menos hasta llegar al río Manzanares. Las calles no están tan congestionadas como por la mañana aunque veo menos bicicletas que en el viaje de ida donde contabilicé a una docena larga de ciclistas. No nos engañemos, la presencia de la bicicleta en desplazamientos en días laborables es todavía muy baja en nuestra ciudad.
Conclusiones:
¡repetiré la experiencia!.... Pero:Un reto diario. Ir todos los días en bicicleta a la oficina me parece un reto difícil de cumplir, en mi caso los “daños colaterales” de ir a dos ruedas son evidentes como la excesiva sudoración o la necesidad de llevar una ropa “sport” que no siempre es la mas adecuada a la agenda diaria de compromisos laborales. En cualquier caso y con el clima de Madrid primavera y otoño son las mejores épocas.
La orografía es una handicap importante. En Madrid los movimientos transversales este-oeste y viceversa están fuertemente penalizados por la existencia del valle del Manzanares y en menor medida por la vaguada conformada por el arroyo Abroñigal (M-30 arco este). Calle de Segovia, Cuesta de San Vicente o Parque del Oeste son los verdaderos “Tourmalets” de la movilidad en bici de nuestra ciudad.
La congestión viaria. A las 8.30 de la mañana el aspecto de ejes viarios como el paseo de Extremadura, Princesa o Cea Bermudez a ojos de un ciclista novato es bastante disuasorio y hay que tener cierto coraje como para sumergirse con la bicicleta en el atasco. Es una cuestión de costumbre y al principio da bastante miedo.
Una ultima reflexión directa al Ayuntamiento de Madrid. Ya sabemos todos que el invierno ha sido muy duro y que ha llovido mas que años anteriores pero esto no justifica que no se afronte la urgente reparación de los cientos de baches que actualmente encontramos en cualquier calle y que para un ciclista o incluso para un motorista pueden ser el origen de un grave accidente. Ah y otro problema grave, muy grave, en determinadas calles que son poco transitadas se están robando las tapaderas de las alcantarillas para su venta a chatarreros sin escrúpulos, así como suena.