Es un sistema de transporte personal impulsado eléctricamente que imita el equilibrio humano y está diseñado para moverse por cualquier sitio que una persona pueda andar. Sus dos ruedas están unidas por una plataforma sobre la que el conductor permanece de pie sin dificultad. El manillar tiene como fin facilitar el equilibrio, y la dirección del aparato se controla con un pequeño giratorio. Para incrementar la velocidad, basta con inclinar el cuerpo unos pocos grados hacia delante o hacia atrás. La potencia de los vehículos, permite alcanzar una velocidad de desplazamiento de diez kilómetros por hora.
Las rutas se hacen en dos turnos fijos, a las 10 de la mañana y a las 4 de la tarde, tienen una duración de dos a tres horas, y el precio es de 60 euros por persona. Guiados siempre por sus monitores, parten de la plaza de España y recorren el templo de Debod, la plaza de Oriente, la catedral de la Almudena, el barrio de las Letras por Huertas hasta el museo del Prado. Según los organizadores, en un futuro este sistema permitirá a los visitantes de Madrid ver cualquier rincón de la ciudad de forma segura y con menos esfuerzo que caminando.
Madrid es muy bonito para recorrerlo a pie, pero no hay que darle la espalda al futuro…