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lunes, 28 de junio de 2021

Las terrazas en las plazas de aparcamiento nos benefician a todos

Escrito por John Fairton


Estos días el Ayuntamiento de Madrid está realizando una consulta ciudadana para modificar la ordenanza que regula las terrazas de bares en el espacio público. Se puede participar aquí.

Uno de los temas candentes es la proliferación de3.000 terrazas ocupando 1.500 plazas de aparcamiento que de manera provisional se permitió durante la pandemia, sobre todo en los distritos de Chamberí y Salamanca y que ahora se está discutiendo si mantener o no.

Hasta el momento, este tema sólo se ha tratado desde el punto de vista de los afectados directos, habiendo claramente tres grupos:

  • Los hosteleros: Claramente beneficiados, al lograr una expansión de su negocio.
  • Los clientes: También beneficiados, al tener más sitio al aire libre, que es una opción más agradable y más salubre.
  • Los vecinos: Perjudicados, al tener que soportar ruidos nocturnos y haber perdido espacio en la vía pública para dejar sus coches particulares.

Sin embargo, esta política redunda en beneficio del conjunto de ciudadanos, incluso sin ser afectado directo. Se trata de una medida que aplicada a gran escala mejora la movilidad sostenible de una ciudad.

  • La reducción de plazas de aparcamiento reduce el uso del coche. Menos efecto llamada, menos tráfico inducido, tal como confirman numerosos estudios. Para el caso de Madrid estamos hablando de alrededor de 10.000 coches menos al día (1500 plazas suprimidas y 5-6 rotaciones por plaza). Esta reducción del número de coches circulando supone menos atascos para el bus y más facilidad para moverse en bici.
  • Las nuevas terrazas aportan seguridad nocturna. La presencia humana en el espacio público suponen ojos que de manera involuntaria vigilan la calle, reduciendo las posibilidades de sufrir una agresión, algo que se muestra más efectivo donde hay negocios que abren hasta tarde. Aunque en Madrid la criminalidad es relativamente baja, la mera sensación de inseguridad puede disuadir de caminar, influyendo especialmente en mujeres que caminan solas en horas nocturnas.
  •  Y reducen la presencia de motos en las aceras: Específicamente en Madrid, las terrazas se han ubicado en aceras estrechas donde las motos aparcadas ilegalmente suponen un estorbo importante, especialmente para personas de movilidad reducida. En estas aceras las motos también circulan para llegar a esos sitios ilegales, ocasionando riesgos a los viandantes de golpes, humos tóxicos calientes y quemaduras. Las zonas con terrazas han eliminado ese problema sin necesidad de vigilancia policial. 
  • Mejoran la escena urbana: Resulta más agradable caminar junto a una zona de mesas con gente que junto a una fila de coches aparcados. Eso también supone un aliciente para realizar los desplazamientos a pie.

Con estos factores en mente, es evidente que la gente que está caminando en estos dos tramos de la misma calle es parte beneficiada en la presencia de terrazas, las use o no, resida en el barrio o no. Por ello, no es un asunto que deba debatirse sólo entre hosteleros y los vecinos que viven encima.



Además de la mejora de la movilidad, las terrazas en lugar del aparcamiento también supone mejoras de utilidad y econonomía para el conjunto de los ciudadanos.

  • Ingresos municipales: Los 220.000 coches con distintivo de residente pagan 5.400.000€/año para las 23.000 plazas residentes, esto es 235€/año (cálculo a partir de datos del Ayuntamiento). Aunque ahora estén exentas de pago por el COVID, una terraza del tamaño de una plaza en los distritos afectados -Salamanca o Chamberí principalmente- paga alrededor de 800€/año.
  • Aprovechamiento del espacio. Una plaza de aparcamiento de residente da servicio a unas 5 personas al día, entre rotaciones. El mismo espacio destinado a restauración atiende en torno a 50 personas al día, 10 veces más. Se trata de un uso mucho más eficiente. Realmente, cualquier uso es más eficiente que tener un coche parado.
  • Coste de oportunidad: Incluso si hablamos de usos no lucrativos, la ciudad sale ganando. En zonas consolidadas el coste para las arcas de conseguir espacio privado para convertirlo en zonas de uso público es altísimo. La conversión de unas plazas de aparcamiento es la manera menos lesiva para el erario municipal de conseguirlo.

El Alcalde José Luis Martínez-Almeida ha afirmado que esta medida ha de revertirse en la medida que desaparezca el riesgo sanitario, pues se trata de una medida excepcional que no tiene sentido una vez se controle la pandemia. No es cierto. La sustitución de plazas de aparcamiento por otros usos más amables -no sólo negocios- es una política que se lleva años implantando en todo el mundo para cambiar la movilidad y lograr un uso más lógico de la calle. 

Existe incluso un evento mundial llamado "Parking day" que nos descubre que existen maneras mucho más interesantes de ocupar la vía pública que llenándolo de cajas metálicas con ruedas. Por algún extraño motivo, Madrid prefiere ignorar que una ciudad mejor es posible... y nos cuesta menos dinero a los bolsillos de los contribuyentes.

Toma la calle, celebra el "Park(ing) Day" 2018! - Conciencia Eco

Interstice Architects Park(ing) Day 2013 « Inhabitat – Green Design,  Innovation, Architecture, Green Building 

PARK(ing) Day SG

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