Recuerdo siempre que cuando elegía mi futuro profesional, en esos convulsos años en los que, acabada la carrera, has de tomar esas decisiones que marcarán tu vida, solía decir que sobre todo, quería un trabajo que me permitiera enseñar a mis hijos a montar en bicicleta.
Porque para mí ese gesto, el de enseñar a tus pequeños a montar en bici es parte de mi educación, casi tanto (o sin casi), como otros muchos valores que aprendí en mi familia.