Como ya os habíamos anunciado, vuelven nuestras rutas. Desde luego adaptadas al momento que vivimos, siempre respetando las normas y sugerencias dictadas por las autoridades. Retomar las rutas, tiene mucho de retomar viejas costumbres y tradiciones. Y por supuesto, de retomar esas clásicas que tanta ilusión nos hicieron en nuestros comienzos. Y es que salir por primera vez desde Madrid rodando, siempre es especial, aprendes a unir caminos y tu cabeza comienza a imaginar nexos entre poblaciones vecinas. Aprecias paisajes que aunque puedan ser áridos, tienen consonancia con historias y costumbres. Y que nos trasladan, lejos de este Madrid que nos ha tenido confinados, a uno diferente, de pueblos, y de campos. Esa fue mi percepción de Madrid a Aranjuez.
La ruta es fácil, y como tantas de nuestras clásicas, empieza en Sol. Nada mejor que una foto junto al Oso y el Madroño para empezar. Salimos desde Sol por calles secundarias hasta el Parque Líneal del Manzanares. Allí disfrutaremos de la ribera del río, rumoroso, donde ya veremos, seguro, conejos y patos de este Manzanares recuperado que da gusto verlo. Casi sin darnos cuenta se llega hasta el carril bici de Perales, en donde afrontamos la subida tendida de la Marañosa. Una área llena de historias de guerra y cuyo epicentro se encuentra cerrado por ser zona militar. Su descenso es rápido y divertido, hasta llegar a la glorieta de la Warner, en su momento, me deleité viendo su gran atracción a distancia.En la rotonda nos desviamos a la izquierda hacia Górquez de Abajo, cruzando las huertas de la ribera del Jarama, tras cruzar el río, seguimos hacia el sur, paralelos a su cauce y bajo unos altos cortados nos vamos acercando al desnivel duro del día, el Pingarrón.
Recuerdo lo más duro a parte del desnivel, es el suelo con piedras y arena que lo pone más difícil todavía. Pero las vistas desde arriba bien merecen la pena la subidita, toda la Vega del Jarama y más allá Madrid, mientras al fondo, se aprecia la sierra madrileña. Es una de esas subidas curiosas, que sin ser nada del otro mundo, te desafía, un poco más a cada metro. ¿Serás capaz de subirla sin poner pie a tierra? ¿Lo lograrás? No dejes de intentarlo. Hay quien dice que incluso hubo un tal Aitor que la subió en plato grande y con vaqueros. Arriba, recomendable descansar un poco, y retomar el aliento, mientras el grupo (pequeño) se rehace y animamos a los compañeros para que consigan llegar.
El dejarse caer hasta Titulcia, está lleno de bajadas y subidas en un constante descenso, recuerdo mi sensación de inseguridad ante tanta piedra suelta y de la satisfacción de llegar entera al pueblo. Se puede repostar agua en dos fuentes, muchos alivian en ellas el calor. Acogedor lugar, lleno de ciclistas los fines de semana, muchas grupetas de bicicletas de carretera convergen ahí para comer. Sin duda es el lugar para un alto en el camino para repostar agua, porque, la ruta es calurosa.
Desde allí, rodando por amplios caminos se llega a Aranjuez. Es posible que entre el calor y los kilómetros, el final nos cueste un poco, pero esa llegada, recibidos por un pasillo de árboles, el río, el ruido de sus aves, y el Palacio como colofón, harán que se olviden los sudores.
Lo que dice Alaia de esta ruta que considera especial y que fue la primera: "Así que me lié la manta a la cabeza y decidí ir. Recuerdo que aquel 1 de octubre de 2016 me acercaba a la Puerta del Sol cuando vi un grupo enorme de ciclistas. Me pareció imposible que se juntara tanta gente "sólo" para montar en bici. Pero, sobre todo, recuerdo la sonrisa de oreja a oreja de Agus al saludarme por primera vez, las ganas de Samantha de integrarme en un grupo gigante de perfectos desconocidos, los consejos de una voz a mi espalda subiendo La Marañosa que resultó ser la de Poli, los ánimos de Cali subiendo El Pingarrón al que ella llamó "Pinganillo" al llegar arriba, a Fernando subiéndolo y bajándolo para animar y ayudar a la gente a llegar arriba, a Natalia que tenía la misma bici que yo o las galletas rescatadoras de Víctor bajo el puente buscando la sombra. Y recuerdo la foto de grupo frente al Palacio de Aranjuez con la sensación de sentirme como en casa y en familia desde el primer momento y las ganas de querer formar parte de este genial grupo de locos. Bendita locura, les gusta decir. Volví a casa con la sensación de haber logrado lo que desde casa me parecía imposible, agotada, llena de polvo del camino y con una sonrisa de oreja a oreja que me duraría varios días. Sensaciones todas ellas que pronto descubriría que creaban adicción".
Así que no se nos ha ocurrido una ruta mejor para volver. Una ruta que no requiere de habilidades técnicas, que estamos todos bastante entumecidos.
Y que es ideal lo mismo para retomar la bici que para iniciarse e ir más allá y salir de Casa de Campo, una ruta en la que puedas sentir lo que es transportarte con tu propio impulso, esta es la ruta ideal, tan sólo 60 kms que no te dejarán indiferente. Track en Wikiloc
La primera ruta con nosotros para muchos, muchos que acabamos quedándonos. Por algo será.
¿Te animas a recorrerla? Es sin duda una de esas rutas que tienes que hacer, al menos, una vez en tu vida.
Hasta que acabe la crisis de la COVID-19, hemos cambiado nuestras convocatorias por propuestas de ruta. Puedes recorrerla este sábado o cuando mejor te venga. Por supuesto, bajo tu responsabilidad. Te recomendamos que lo hagas en compañía por si surge cualquier avería o accidente, pero siempre en grupos pequeños y respetando las distancias ordenadas por las autoridades sanitarias. De esta salimos juntos, y estamos deseando rodar a tu lado. Puedes aprovechar los comentarios para buscar con quien hacerla. Si te gustó la ruta, dínoslo y si no, también. Nos encanta mejorar las rutas, hacerlas más bonitas, más seguras. Para cuando podamos disfrutarlas juntos.
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