Un recorrido desde el mercado hasta la zona del Palacio de Congresos sin carriles bici, sin aparcamientos bici, sin otras bicis...
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<span>Soy de Salamanca, aunque ya no vivo allí. Sería una ciudad ideal para la bici porque es pequeña y no tiene demasiado tráfico. El único problema son las cuestas, pues hay muchas y algunas de ellas bastante duras. Sería un transporte ideal para los estudiantes, que como sabéis en esta ciudad son muchos. No obstante, la mayoría de los estudiantes de Salamanca son de mentalidad tirando a tradicional y la bici se observa como un reducto de perroflautas, excéntricos y colgaos. El Ayuntamiento, por otra parte, es de mentalidad tan retrógrada que convierte al de Madrid, donde resido, en un gurú de la progresía. Han hecho unos cuantos carriles bici que comunican la Nada con la Nada y discurren por la periferia, con todos los errores de diseño, trazado, acabado, que tan bien conocemos los ciclistas de España.</span>
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