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martes, 27 de octubre de 2015

Canción del cicloturista, por Fernando Santos

Este verano, mientras disfrutaba del paisaje a punto de coronar la Bola del Mundo, se me vinieron a la cabeza unos versos (modificados) de la Canción del pirata de Espronceda: "Segovia a un lado, al otro Madrid, y allá a mi frente, un cielo azul". En cierto modo, y cambiando su barco por mi bici, ahí arriba me sentía como el pirata del poema, que se escapa de la vida mundana y goza de la libertad que le da el viaje.

Salvando las distancias, creo que los ciclistas comparten algunos de los ideales del Romanticismo, como las ganas de aventuras o ese amor pasional por la bicicleta y su deporte, a veces incomprendido. Aquéllos que son más fuertes (de piernas o de cabeza) nada tienen que envidiar a los héroes románticos: son atrevidos, enérgicos y, en algunos casos, puede que tengan un puntito rebelde y altivo. Si bien el ciclista no es un alma atormentada e insatisfecha que rechaza la sociedad, ¿acaso no desea evadirse de su día a día cuando coge la bici? ¿No aprecia el contacto con la naturaleza en las rutas? Por no hablar de la dimensión reivindicativa del ciclismo urbano, que desafía el orden establecido en el que ciudades y carreteras parecen sólo para automóviles.

Canción del cicloturista
Esta reflexión me llevó a adaptar la Canción del pirata al mundillo del aficionado cicloturista. Además de respetar la métrica, he procurado que haya versos que conserven la rima y he mantenido alguno tal cual, de forma que el poema original sea reconocible en la versión ciclista.

¡Espero que os sintáis identificados y os arranque una sonrisa!


Canción del cicloturista

A JL, compañero inseparable de fatigas sobre ruedas.


Canción del cicloturista
Con diez piñones por cambio,
manillar de carretera,
serpentea por la ladera
la bici con transportín;
es impulsada con fuerza
por el viajero aguerrido
en su largo recorrido
del uno al otro confín.


Canción del cicloturistaEl sol en lo alto brilla,
en la cima sopla el viento;
dificulta el movimiento
cuando aumenta la altitud.
Mas ya ve alegre el ciclista
finalizada su hazaña:
Francia a un lado, al otro España,
Pirineos en plenitud.


Canción del cicloturista
Pedalea siempre con brío
el valiente,
que ni el calor del estío
ni la propia gravedad
doblegan su voluntad,
él puede con la pendiente.


Canción del cicloturistaKilómetros
de repechos
llevaba hechos
sin parar;
lo ven ahora
en el puerto,
mailló abierto,
coronar.


Canción del cicloturista
¿Qué es su bici? su tesoro;
¿qué es su dios? la libertad;
su ley, la fuerza en las piernas;
su único fin, disfrutar.






Canción del cicloturistaAllá retumben feroces
los motores
de vehículos más veloces,
que él es autosuficiente,
con corazón prominente
y músculos propulsores.


Canción del cicloturista
Y no hay ruta,
sea cualquiera,
no pudiera
terminar;
atrevido,
va derecho
a ese trecho
superar.


Canción del cicloturista¿Qué es su bici? su tesoro;
¿qué es su dios? la libertad;
su ley, la fuerza en las piernas;
su único fin, disfrutar.






Canción del cicloturista
A la voz de “¡coche viene!”,
es de ver
cómo se aparta y previene
dejando al auto pasar,
que se cree el rey del lugar
y su furia es de temer.


Canción del cicloturistaSiempre espera
al más lento;
cuánto tiempo,
le da igual;
asegura
“sólo quiero
compañero,
no un rival”.


Canción del cicloturista
¿Qué es su bici? su tesoro;
¿qué es su dios? la libertad;
su ley, la fuerza en las piernas;
su único fin, disfrutar.






Canción del cicloturista¿Por qué es un incomprendido?
Tanto amor
lo ven con ceño fruncido;
hay quien no entiende el disfrute
ante semejante tute
y ese baño de sudor.


Canción del cicloturista
Agorero,
le intimida:
“¿una caída
es el fin?”
La dolencia
bravo ignora,
se incorpora
al sillín.


Canción del cicloturista¿Qué es su bici? su tesoro;
¿qué es su dios? la libertad;
su ley, la fuerza en las piernas;
su único fin, disfrutar.






Canción del cicloturista
Cuando llega tras la ruta,
extasiado,
estadísticas disfruta:
kilómetros recorridos,
del corazón los latidos...
¡Otro reto conquistado!


Canción del cicloturistaCon las piernas
doloridas,
bien molidas
de bregar,
él se duerme
sosegado,
se ha ganado
descansar.


Canción del cicloturista
¿Qué es su bici? su tesoro;
¿qué es su dios? la libertad;
su ley, la fuerza en las piernas;
su único fin, disfrutar.






(*) Las fotos que acompañan el poema, salvo una, han sido tomadas de un Camino de Santiago Francés. Gracias a sus protagonistas por cederlas y, sobre todo, por los buenos momentos vividos en ese viaje.

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