Esta confrontación debe ser analizada a fondo con el fin de establecer caminos que garanticen la alianza entre dos formas de locomoción con intereses y objetivos comunes, aunque con necesidades espaciales, velocidades y pautas de desplazamiento diferentes. Por resumirlo en una frase, la bicicleta debe ser considerada en esencia como un vehículo que circula, con vocación de utilizar las calzadas junto al resto de los motorizados, en los espacios urbanos, mientras que los viandantes transitan y están en un espacio que, mayoritariamente, debe ser segregado para ellos, salvo en condiciones muy restrictivas de velocidad de los vehículos.
Rastreando los conflictos detectados se pueden encontrar varias causas políticas, normativas, culturales y técnicas. La más obvia, pero a veces más olvidada, es que se está muchas veces ofreciendo un lugar para la bicicleta a partir del espacio peatonal, en vez de obtenerlo de la calzada o la banda de aparcamiento.
Otras veces, el espacio ciclista se adosa a una acera de dimensiones indignas o insuficientes para los flujos peatonales existentes, estableciéndose así un agravio peatonal significativo que se salda con conflictos y con el empleo del nuevo espacio ciclista por parte de los viandantes. Se trata, por tanto, de opciones tecnicopolíticas que anuncian desde su origen la confrontación viandantes-ciclistas.
Pero hay otras decisiones de un perfil todavía más técnico que también están contribuyendo a la señalada fricción. Unas de ellas tienen que ver con algunas pautas muy extendidas de tratamiento del viario en nuestras ciudades y, en particular, con la tendencia a buscar el incremento de la capacidad y la velocidad mediante la conversión de las calles en canales de un solo sentido de circulación. Las personas que utilizan la bicicleta se ven muy perjudicadas por el incremento de velocidades y rodeos derivados de esa opción de gestión del viario y, en consecuencia, tienden a realizar trayectos a contramano por las aceras.
Las características técnicas de las vías ciclistas también pueden inducir en ocasiones una fricción innecesaria con los viandantes, por ejemplo, mediante el recurso excesivo a vías bidireccionales (con circulación ciclista en ambos sentidos), que tienden a fomentar una lógica peatonal del ciclista y alejarlo de la lógica circulatoria normal. Las vías bidireccionales, además, suponen dificultades añadidas para un diseño adecuado de los cruces peatonales y ciclistas, y la creación de un mayor efecto barrera para los viandantes.
De las diferentes tipologías de vías ciclistas, obviamente, la de acera-bici es la que tiene una mayor propensión a la fricción peatonal, mientras que las pistas bici segregadas de motorizados y viandantes suelen ofrecer una mayor claridad de dominio ciclista, y los carriles bici en calzada no cuentan con ese potencial conflicto.
Hay también detalles técnicos aparentemente menores que están en el origen de algunas de las fricciones. Por ejemplo, la ubicación de la vía ciclista y el espacio peatonal se invierte con muchísima frecuencia por desconocimiento o comodidad, de manera que son los viandantes los que se sitúan junto a la calzada y los ciclistas junto al límite edificado. Esa ubicación genera numerosos conflictos y cruces innecesarios, contribuyendo a la pérdida de la prevalencia peatonal en las aceras.
Es evidente que las fórmulas que permiten integrar la bicicleta en el tráfico mediante medidas de calmado, de reducción del número y la velocidad de los vehículos motorizados, son las que mejor previenen contra ese roce viandante-bicicleta. Pero, desafortunadamente, ni siempre es posible en la situación actual homogeneizar a rangos razonables las velocidades de ciclistas y vehículos a motor, ni la cultura de la bicicleta suele estar tan madura en las ciudades españolas como para prescindir completamente de las vías segregadas.
En efecto, la decisión sobre la creación de una red de vías ciclistas con un cierto grado de segregación, al menos en los tramos de mayor densidad y velocidad de los automóviles, es de carácter estratégico y cultural. Como se ha señalado más arriba, la bicicleta tiene su sitio en la calzada, pero, mientras que una buena parte de esta no se encuentre preparada para pedalear y las personas perciban excesivo riesgo en utilizarla, no parece haber más remedio que conformar una red básica de vías suficientemente segregadas que dinamice poco a poco una nueva cultura de la bicicleta urbana. Sin descuidar por ello lo que ocurre en el resto del viario.
Pautas a seguir
La explosión de las bicicletas públicas en algunas ciudades como Barcelona o Sevilla ha conducido también a un incremento de la tensión viandantes-ciclistas como consecuencia del miedo de una parte de los nuevos usuarios a emplear la calzada. En este caso también, lo que hace falta es establecer medidas que devuelvan poco a poco a los ciclistas a su espacio natural, bien a las vías propias, bien a las calzadas, liberando las aceras para los viandantes.
En ese esfuerzo hay acciones que pueden ayudar y acciones que pueden ser contraproducentes. Puede ayudar a crear condiciones sociales y culturales de mayor respeto y convivencia la existencia de pactos de movilidad y foros de consenso entre las organizaciones de viandantes y las de ciclistas, como, por ejemplo, el que generó el manifiesto conjunto entre Barcelona Camina y Amics de la Bici titulado expresivamente “Abans de tot, les persones. Manifest de vianants i ciclistes per una ciutat més humana”, firmado en 2003.
Por el contrario, puede ser contraproducente la aprobación de normativas (ordenanzas de movilidad ciclista) que ofrezcan derechos excesivos de circulación a las bicicletas en espacios peatonales, estimulando comportamientos y velocidades inadecuados –al menos entre un grupo minoritario de los que pedalean–, que no se corresponden con la prioridad peatonal.
Para evitar la confrontación entre los potenciales aliados hace falta establecer una estrategia cuidadosa de promoción de la bicicleta, integrada en una política global de movilidad sostenible con protagonismo de los viandantes; una estrategia que ofrezca alternativas a los ciclistas sin recurrir al agravio peatonal; que genere paso a paso una nueva cultura de la movilidad, no solo en el discurso político, sino, sobre todo, en los comportamientos ciudadanos.
Una estrategia, en definitiva, que permita atravesar esa cortina de humo verde que, a menudo, oculta las políticas de movilidad, urbanísticas y territoriales de fondo que van minando un futuro menos dependiente del automóvil.
Extracto del reportaje Viandantes y ciclistas: atravesando la cortina de humo verde en la revista "Ingenería y Territorio".
Alfonso Sanz Alduán.
Experto en movilidad sostenible
Consultor del Grupo de Estudios y Alternativas 21 (gea21)
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Supongo que para un alcalde es mucho menos doloso crear una acera-bici que cepillarse una línea de aparcamientos.
ResponderEliminarPor experiencia todos hemos visto lo enervante que resulta para muchos conductores todo lo que suene a "me han quitado espacio", normalmente acompañado del consabido "estos rojos de nosequé".
Los conductores dan mucho mas mal que los peatones.
Creo que socialmente debemos avanzar mucho con el tema de la bici y los peatones, pero reconozco que el nuevo carril bici de Serrano lo respetan con bastante prudencia dicho carril.Me repito en que es recomendable que los ciclistas en ciudad tengamos el carnet de conducir...
ResponderEliminar"<span>Los conductores dan mucho mas mal que los peatones."</span>
ResponderEliminarUn sencillo y devastador resumen. + 10
Y los políticos que miran más por su culo que por el de los que les pagamos el sueldo dan mucho mal a todos.
No creo que sea necesario tener el carnet de conducir. Lo que sí es necesario es conocer las normas de circulación aplicables a todos los vehículos de la misma forma que conocemos las normas que establecen la convivencia ciudadana.
ResponderEliminarA lo mejor los políticos tienen que mirar por TODOS los ciudadanos, y no solo por el colectivo ciclista ;)
ResponderEliminar¿y porque no pedimos un carnet de viandante, al fin y al cabo un peaton tambien tiene que saber de seguridad vial y normas de tráfico?
ResponderEliminar"Respetar el (NO) carril bici de Serrano"??
ResponderEliminarO te he entendido mal,o no has ido mucho por ese carril,yo paso minimo una vez por semana,y te aseguro que no hay dia que no me tenga que parar por la pija de turno que va por el centro del carril con sus bolsas de Gucci,o el pijo de turno que va hablando por su movil,o la moto del pijo de turno que la ha dejado aparcada en el carril,o los cubos de basura del ayto.,o las cajas de los restaurantes de pijos que las dejan sobre el carril,o los coches de los pijos de la zona que los dejan ahí un momento mientras se bajan a hacer algunas compras..... sigo??
Exacto. Porque favorecer a los ciudadanos es terminar con el estercolero de coches, que supone soportar su invasión. Coches fuera de la ciudad, YA !
ResponderEliminar¿para cuando una manifestación de ciclistas y peatones en Madrid en contra del coche?
ResponderEliminarYa está bien de quitarle sitio a los peatones por no molestar al vehículo motorizado privado.
Estoy de acuerdo con pericay, el carril bici de Serrano es de lo más lamentable que he visto en lo que se refiere carriles bici, es más, mucha gente que pasa a diario ni sabe que es un carril bici, por ser generosos en su denominación.
ResponderEliminarPor otro lado, las modificaciones en la ordenanza de movilidad, hablamos de Madrid, no han ido acompañadas de un programa de información y difusión adecuado, los conductores no saben qué ha cambiado al respecto, por lo tanto, pedir respeto si no sabes lo que tienes que respetar... complicado. Me gustaría ver una encuesta de la población madrileña preguntándole 3- 4 cosas sobre las modificaciones, nos sorprendería.
Por último, la modificación se ha quedado en poco, deberían haber arriesgado más, la bici tiene que integrarse en la calzada y en carriles bici bien diseñados, pero sobre todo debe ser un medio de transporte agil, con el que efectivamente puedas llegar antes a tu destino. No puede ser que tenga las desventajas de cualquier vehículo motorizado, por ejemplo no poder circular salvo excepción en sentido contrario y las desventajas de su enorme desprotección y logicamente menor aceleración....
Mucho trabajo queda por hacer
"Ya está bien de quitarle sitio a los peatones por no molestar al vehículo motorizado privado"
ResponderEliminarEn Madrid se está quitando mucho sitio a las calzadas para dárselo a los peatones.
Se le ha quitado mucho sitio al coche peatonalizando total o parcialmente, y ensanchando las aceras, en muchas zonas, como Fuencarral, Montera, Sol, Arenal, Ópera... o Serrano.
Se ha pacificado el tráfico en algunos barrios como Letras, Chueca, o las calles entre el Paseo del Prado y Serrano (Calles 20)
Se han creado Áreas de Prioridad Residencial en Embajadores, Letras y Las Cortes.
Se ha dificultado el aparcamiento en superficie con los parquímetros...
Se ha hecho mucho, aunque siguen sobrando muchos coches en Madrid.
:( :( :(
Se te olvidan algunas calles de Tetuán (Blanco Argibay, etc). Puede parecer anecdótico, pero las peatonalizaciones suelen ser un lujo de los centros históricos y de zonas turísticas y está muy bien descubrir también ejemplos en periferia, que son el 70% de la ciudad, no olvidemos.
ResponderEliminarAunque y mientras tanto, en los nuevos barrios de Madrid... ¡Qué oportunidad perdida para hacer una ciudad amable para el peatón!
ResponderEliminar¡Parece que estamos ya de precampaña electoral!
ResponderEliminarMe refería a las nefastas aceras bici, a que se han hecho quitándole sitio a los peatones; aunque parte de ese sitio hubiera sido ganado a los coches, da igual.
Lo siento si he ofendido ha alguien insinuando que el ayto de Madrid no se atreve a actuar de verdad contra el vehículo privado.
Rober, no creo que el Ayuntamiento de Madrid lo esté haciendo mal, simplemente lo está haciendo muy despacio. Se nececesitan más barrios de Prioridad Residencial, más calles 20, más peatonalizaciones, más limitaciones al aparcamiento...
ResponderEliminarSin querer justificar las aceras bici, que no me parecen una buena solución, en algunas como Serrano, se le ha quitado espacio a los coches, en otras como García Noblejas se ha quitado algo a los coches y se ha utilizado la franja entre aparcamiento y árboles. En cualquier caso, creo que en el Ayuntamiento lo tienen claro, y no creo que vuelvan a hacerse más aceras bici.
:) :) ;)
> En Madrid se está quitando mucho sitio a las calzadas para dárselo a los peatones
ResponderEliminarabsolutamente en desacuerdo. Lo único que se ha hecho hasta ahora es un inicio tímido de reversión de una situación anacrónica e incomprensible; Madrid es la única ciudad del "primer mundo" que conozco sin un área céntrica peatonal. Sigue sin tener tal cosa y lo único que hay ahora son trozos peatonales pequeños e inconexos.
Lo de la pacificación del tráfico y las APR es mejor que lo anterior pero sigue sin ser suficiente: perpetúa la presencia del coche y, en muchos casos, se colocan los insufribles bolardos para delimitar un ridículo espacio peatonal a costa de no poder caminar con tranquilidad por culpa de un obstáculo perpetuo que no ves a no ser que vayas mirando al suelo.
Lo de la ampliación de aceras ha sido testimonial en algunos casos y, en muchos otros, ha servido para vender espacio a negocietes privados que ahora ocupan las aceras. Prefiero una terraza de bar a cuatro coches aparcados pero no admito que se me venda esto como espacio peatonal porque no lo es.
como decíamos en otro artículo: nos echan las migajas, y encima parece que tenemos que dar palmadas con las orejas.
ResponderEliminarMadrid sigue siendo una ciudad cochista, cruzada por avenidas que son autopistas a todos los efectos. Y el resto de usuarios de las calles, pues nos van gestionando como pueden, o mejor dicho, como quieren.
El tema de las aceras bici requiere no solo que no se perpetúe, si no tb rectificación. Hay que devolverle ese espacio a los peatones y definir un espacio propio para los ciclista donde allí donde haga falta.
Iñaqui, como nos recordaba Villarramblas, en el distrito de Tetuán se ha realizado una actuación en la que se han recuperado 13.143 m² para el peatón.
ResponderEliminarEn Chueca y Pez-Luna se ha actuado sobre 21 calles, recuperando 2.530 m² para el peatón.
En Serrano y calles adyacentes han aumentado un 50% las aceras, pasando de los 43.571 m² a 64.835 m². En el caso concreto de Serrano este incremento es aún mayor, hasta alcanzar el 64%.
En Fuencarral, más del 91% de los 10.631 m² remodelados son para uso exclusivo de los viandantes.
En la Red de San Luis, la plaza de Callao, la Puerta del Sol, Montera, Arenal, Martín de los Heros, Pilar de Zaragoza... y muchas más calles de Madrid se ha ganado espacio para el peatón quitándoselo a los coches.
¿Debería haber más?
Por supuesto, pero no vamos a negar lo que se ha hecho. Puedes reconocerlo, o intentar buscar justificaciones absurdas, pero lo cierto es que están ahí y todos los madrileños podemos disfrutar de ellas.
:) :) ;)
No niego lo que se ha hecho, que me parece muy bien (al menos, porque es menos que nada y porque son los primeros pasos de una tendencia necesaria) pero no es eso lo que quería expresar en el anterior mensaje. Critico una frase como la que citaba porque no me parece que refleje la realidad o, dicho de otra forma, si eso es la realidad (que lo que se ha hecho últimamente supone quitar mucho al coche y dar mucho al peatón), vamos listos...
ResponderEliminarDesconozco varios de los casos que comentas pero sí te puedo comentar sobre lo que sí conozco: en Tetuán, por ejemplo, se vendió como gran logro peatonal una ridícula ampliación de las aceras de Bravo Murillo que ascendía a unos pocos centímetros por acera pero, con la cifra global en la mano y como la calle es muy larga, parecía mucho; claro caso de manipulación de las cifras para que parezca lo que no es.
En Serrano, como dígo arriba, buena parte de lo "ganado" para el peatón ha sido ocupado por negocios privados, como sucede habitualmente allá donde se amplían aceras. Insisto, es mejor eso que coches pero no me parece correcto vender esto como espacio peatonal porque no lo es.
Una política honestamente favorable al peatón debería incluir mucho más que peatonalizaciones aisladas. Es necesario acabar con engendros como Atocha, Segovia, Embajadores, Toledo y otras similares; son calles como éstas las que deben restringirse al tráfico a motor: hacerlas diáfanas, con prioridad peatonal y acceso motorizado sólo para transporte público, servicios, emergencias y, como mucho, residentes. El tráfico de tránsito no pinta nada en el centro de la ciudad.
A día de hoy, Madrid sigue siendo la única ciudad del "primer mundo" que conozco que no tiene una zona céntrica peatonalizada.
Y Gran Vía, que no se debe dejar de mencionar.
ResponderEliminarAalto, me temo que en este caso hacer las cosas muy despacio, equivarle a hacerlas mal. Por cierto, ejerciendo un poco de abogado del diablo, la mayor parte de aceras bici se han hecho ampliando las aceras ¿no?
ResponderEliminarAunque se hagan ampliando la acera, no dejan de ser acera y lo normal es que los peatones los usen para caminar. Si vas a hacer un carril bici, debe estar físicamente separado de los peatones, como el famoso doble bordillo de los daneses.
ResponderEliminar"hacer las cosas muy despacio, equivarle a hacerlas mal"
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo.
Te pongo un ejemplo: La Remodelación de Prado-Recoletos
Hacerlo mal habría sido meter un túnel (como querían algunas) que aumentase la presión del automóvil en la zona Centro de Madrid.
Hacerlo bien es ganar espacios para el peatón quitándoselos al coche, ampliar las aceras... y en un futuro tener una vía ciclista que lo atraviese de Norte a Sur.
;)
En Madrid se le está quitado mucho sitio al coche peatonalizando total o parcialmente, muchas zonas, se han ensanchado las aceras en los nuevos proyectos, se ha pacificado el tráfico en algunos barrios, se han creado Áreas de Prioridad Residencial, se ha dificultado el aparcamiento en superficie con los parquímetros...
Se está haciendo bien, aunque se debería hacer más, mucho más.
:) :) :)
Tetuán no me refería a la ampliación de Bravo Murillo, que ha sido una oportunidad perdida, sino a una reforma posterior en calles perpendiculares que hasta ahora tenían aceritas de 1m. No es la reforma del siglo, pero sí de las pocas que se salen del centro.
ResponderEliminarMe parecen acertadas las propuestas que comentas de peatonalizaciones, Iñaki, pero me sigue preocupando que estén tan volcadas en el distrito centro, olvidando el 95% del resto de la ciudad.
Y cito otras propuestas, por ejemplo:
¿Qué pasó con aquél plan de recuperación de bulevares del ensanche, convocado y paralizado? ¿Y porqué limitarlo sólo al ensanche?
¿Por qué no se estudian áreas para residentes de manera sistemática en toda la ciudad?
¿Por qué no se plantea la pacificación de calles más allá del casco antiguo?
¿Por qué no se plantea la peatonalización de calles enteras en barrios de calles estrechas tipo Tetuán?
Sí, totalmente de acuerdo. Lo del centro es lo más obvio y flagrante pero el resto de la ciudad merece el mismo trato.
ResponderEliminar"<span>Una política honestamente favorable al peatón debería incluir mucho más que peatonalizaciones aisladas. Es necesario acabar con engendros como Atocha, Segovia, Embajadores, Toledo y otras similares; son calles como éstas las que deben restringirse al tráfico a motor: hacerlas diáfanas, con prioridad peatonal y acceso motorizado sólo para transporte público, servicios, emergencias y, como mucho, residentes. El tráfico de tránsito no pinta nada en el centro de la ciudad. "</span>
ResponderEliminar¡¡¡AMÉN!!! :) :) :)
La acera bici es la mas rechazada por ciclistas y peatones y sin embargo es el modelo elegido en la mayoría de los municipios para gastarse las mega ZPsubvenciones.
ResponderEliminar¿por que se están gastando esta millonada en aceras bici si son tan "polémicas"? Aún ignorando los riesgos que introduce no se puede justificar su construcción en muchos casos ya que muchas se han realizado en calles en las que en absoluto hacía falta ninguna medida. Para no hablar en abstracto, hablaré del caso que conozco: Getafe. Resulta paradigmático. En Getafe tenemos una cordillera de resaltos que ha sido denunciada por las asociaciones de automovilistas. Algunos son realmente agresivos. Al margen de su comodidad para la bici garantiza la seguridad en la calzada ya que los coches en la mayoría de las calles de Getafe tienen que hacer casi un Stop cada menos de 100 metros. No se hicieron en nombre de la bici porque no estaba de moda. Se hicieron para evitar atropellos a los peatones y ofrecen un marco mas que seguro para ir en bici en casi todo Getafe.
¿Se puede justificar una vía segregada en estas condiciones? 47 Kilómetros en 6 meses por el módico precio de 5 millones de Euros. Obviamente mal diseñados, pero el problema es su concepción. Sistemáticamente situados en la acera empiezan y acaban en la acera. Los puntos mas "peligrosos", las glorietas las sortea de forma peatonalizada. Aunque se puede ir perfectamente por la calzada muchos ciclistas jamás la pisan si no es en un paso de cebra. El miedo es libre pero ahora empezamos a padecer la conviolencia peatón-ciclista. Antes de que pintaran la acera ya iban por ella los que tenían miedo o estaban empezando, pero no era tan problemático. Ahora lo hace mas gente y "con derecho" que en lugar de pedir paso, lo exigen, al margen de que estén respetando el sentido de circulación. Se comportan en la acera bici peor que los conductores de autos en la calzada. Todos somos peatones, y algunos ciclistas y/o conductores. Es absurdo pensar que esta conviolencia no se transmite a la calzada o que nos beneficia de algún modo.
¿A quien beneficia entonces?
Las aceras bici, por diseño y ubicación, mas parecen carrilesacera diseñados para los colectivos con minusvalías, compradores locales y padres recién paridos. Obviamente son los principales usuarios en casi todas las horas. Pierden la hegemonía ocasionalmente los festivos que hace buen tiempo. A algunos ciclistas de acera les molestan por que les ralentizan su marcha en esas ocasiones y quieren derecho exclusivo en la zona pintada. Que en nombre de la movilidad los minusválidos no invadan su espacio. Que en nombre de la sostenibilidad se prohíba su uso a los compradores locales (los que hacen la compra con carrito en los comercios locales). A cambio a algunos les preocupa perder el derecho a ir por la calzada, a otros ni siquiera.
A nosotras si nos preocupa. No aceptamos un pedazo de acera a disputar con sus legítimos usuarios por todas las calzadas de Getafe. Mientras no haya un compromiso explícito de no obligar a su uso deberíamos rechazarlas, mas donde no sea necesaria ninguna medida u otra medida mas barata puede ser mas eficaz.
Ahora estamos esperando a que señalicen la faraonada. Todavía no sabemos si será obligatoria o no. Rechazamos la llamada piruleta de la DGT porque obliga a su uso. ver mas en https://sites.google.com/site/getafenbici/project-updates/porquenoqueremospiruletas
¿A quien beneficia que sea obligatoria?
Al tráfico motorizado ya que se quita a las bicis de la calzada. La obligatoriedad definitivamente convierte la acera o carril bici en una infraestructura contra la bici en favor del coche. Algunos despistados dicen que cuando se vean bicis por la acera [...]
En Getafe se están aplicando la recetas única sin criterio ni necesidad. Hay muchas cosas que se pueden hacer con 5 Millones de Euros para promover la bicicleta como medio de transporte. Incluso tenemos zonas de riesgo donde no se ha hecho nada. Podéis encontrar mas información en https://sites.google.com/site/getafenbici/. El problema es que no se ha pensado como invertir 5 Millones de Euros para promover la bicicleta. Ha llegado una subvención para el ladrillo y se gasta.
ResponderEliminarEn plena crisis tanta subvención para construir carriles/aceras bici han venido como agua de mayo a las constructoras. Los alegres concejales tienen dinero que repartir. Las constructoras tienen obra pública por las que pujar. Sus medios de comunicación (todos los locales son sostenidos por constructoras) aplauden la jugada y retratan a los que reparten la pasta inaugurando antes de las elecciones si su patrón fue el que hizo la obra.... ¿Dónde quedan las bicis? En la flamante presentación de la "red ciclista" se apuntaba una y otra vez al objetivo del empleo. El objetivo es el empleo y el medio es construir. Lleva años funcionando... ¿no? Las constructoras que nos llevaron al desastre consiguen un poco de oxígeno hasta que lleguen las "vacas gordas" y poder seguir a lo suyo.
Insisto: ¿donde quedan las bicis? y añado: ¿donde quedan los peatones?
"La multiplicación del uso de la bicicleta se ha acompañado en numerosas ciudades de fricciones entre ciclistas y viandantes, sobre todo como consecuencia de la invasión mutua de sus espacios reservados: el uso de las aceras por parte de los ciclistas y el uso de las vías ciclistas por parte de los viandantes."
ResponderEliminarLa invasión no es mutua. Primero fueron unos pocos ciclistas ocaionales invitados en la acera. Luego, subvención mediante, consolidaron su presencia con la acera bici. Ahora consideran propio un espacio que era peatonal. Muchos con arrogancia defienden "su" espacio. La conviolencia peaton-ciclista está servida. ¿Donde queda la mutualidad? ¿y la convivencia? ¿Que el peaton deje de utilizar una parte de la acera a cambio de que las bicicletas no usen el resto de la acera? Se trata de una invasión unilateral con territorio consolidado por el invasor. Valga la metáfora. La fricción con los viandantes se dá en tanto las bicicletas ocupan la acera independientemente del color que se pinte. Mientras tanto en la calzada los motorizados se quitan "obstáculos" imaginarios y disfrutan del atasco sin bicis que les molesten.