Probamos dos marcas que el usuario puede instalar por sí mismo en su bici
Llegando ya los días cortos, es hora de encender las luces de la bici. Los ciclistas urbanos habituales igual están cansados de reponer las pilas cada pocos meses y se plantearán, como lo hice yo, si no hay algún sistema que aproveche la fuerza cinética de la bici sin tener que recurrir a aquellas viejas dinamos con bastante resistencia que convertían las calles llanas en cuestas arriba.
Tras investigar por la red, existe una solución con el mismo principio que la dinamo que permite obtener energía de nuestro pedaleo pero sin tener que perder ese 95% de la energía aportada en inútil rozamiento. Hablamos de las luces magnéticas.
Aunque hay algunas marcas que incorporan sistemas de iluminación montados de serie (por ejemplo, las bicis del servicio de alquiler de Ciudad Universitariob bicicum), hoy hablaremos de los sistemas externos que un usuario puede instalar en su bici.
A día de hoy, las dos marcas que se comercializan en España son Magten Light, de HongKong, y la danesa Reelight. He estado buscando alguna página donde prueben la facilidad de montaje, la luz que dan o si realmente es cierto que no tienen rozamiento, así como alguna comparación entre ambas para poder decidirse. En mi búsqueda he descubierto dos cosas:
1. Que no hay tal comparación
2. Que a fin de cuentas, escribo en un blog de bicis, así que la comparación puedo hacerla yo mismo.
Los fabricantes han decidido colaborar gustosos en la prueba, enviándome Magtenlight un ejemplar y Reelight dos. Como de vez en cuando algún lector se pregunta sobre la imparcialidad de nuestros consejos ante una marca comercial, lo dejo claro: las muestras han sido la única gratificación. Y como podréis leer, no les hacemos la pelota excesivamente.
Muestra 1. SL 500 de Reelight
Reelight fabrica multitud de modelos de luces magnéticas en la que principalmente existen tres variantes según existan o no los siguientes componentes: acumulador de energía, cable alargador o luz permanente o no. Luego esas variantes se combinan dando lugar a todos los modelos comercializados.
Características:
La SL 500 son luces con acumulador pero sin cables ni luces permanentes. Eso significa que las luces son bajas, se instalan a la altura de la rueda, parpadean cuando rodamos y siguen luciendo un par de minutos después de que nos hayamos parado.

Instalación:
El sistema es sencillo: un par de imanes entre los radios de cada rueda y la luz, que es una parte fija que sujetamos al eje mediante una pieza metálica que se ilumina según van pasando los imanes de la rueda.
En la instalación es importante ajustar las distancias al milímetro. Si la luz está muy separada de los imanes, no lucirá. Si está muy cerca, se atraerán hasta tocarse, frenando la rueda.
Problemas encontrados:
En la bici MTB en la que se ha hecho la prueba, no se han podido encajar bien las distancias de montaje de la luz delantera. Tras comentar el problema en fábrica, nos aconsejan malear un poco la pieza de metal que sirve de soporte. Lo cierto es que a martillazo limpio la pieza no ha podido ser deformada y una de las luces no llega a tener la distancia correcta para parpadear con intensidad. Hay que decir que ese sistema lo hemos visto en otras bicis funcionando correctamente.

Resultado:
La luz que sí ha podido ser ajustada emite una luz de posición parpadeante brillante de 2 leds bastante visible desde varios metros de distancia, que permanece encendida un rato después de pararse. Esto es ideal para las luces traseras cuando estamos detenidos en un semáforo para que nos vean los vehículos que vienen por detrás. Quizá el problema es que al instalarse en la rueda del eje, es una luz muy baja y puede ser poco visible en distancias cortas. Sin embargo, preguntando a algún automovilista al respecto, declaró que resultaba una buena luz de posición, mejor que otras de pilas que se mostraron en el mismo recorrido en una posición más alta.
Muestra 2. SL 520 de Reelight
Características:
En este caso, se trata de unas luces de posición parpadeantes con cable que podemos situar en un punto más alto de la bici, pero sin acumulador de energía, por lo que dejan de lucir según nos detenemos.
Instalación:
Se ha probado su instalación en una bici plegable de ruedas de 20 pulgadas. La instalación en los modelos con cable es bastante sencilla, con un sistema que podemos atar fácilmente a las horquillas de la bici y ajustar con precisión para obtener la distancia correcta a los imanes sin mucho esfuerzo.
Problemas encontrados:
En el caso particular de las plegables, el tamaño de las ruedas ha ocasionado bastantes problemas que paso a comentar:
1. Escasa longitud del cable. Un problema tonto, pero bastante molesto. Pensado el sistema para bicis de ruedas más grandes, las plegables de 20' obligan a instalar la luz en un punto más bajo, y el cable se queda corto para poner la luz a la altura del manillar o del sillín, teniendo que anclarlo a la potencia o a la tija (vease, los palos del manillar o del sillín). En mi caso, ha sido incompatible con llevar equipaje detrás. Los fabricantes recomiendan hacer un empalme con un cable de similares características, aunque tras preguntar en cuatro tiendas de electricidad sin éxito, he desistido.


2. Escaso diámetro para anclar las luces. Las tijas y potencias de las bicis plegables son más largas de lo normal, y por ello más anchas para aguantar más el desgaste. Sin embargo, las abrazaderas de las luces no contemplan este caso, siendo la sujección deficiente.
3. Poca resistencia a tirones: Fundamental cuando se están plegando y desplegado el manillar constantemente. Tras algún tirón el cable se desprendió de la bombilla. Al estar ésta fabricada al vacío no es posible su reparación, adiós a la luz delantera.
4. La posición de los imanes en la rueda trasera de llas plegables puede interferir con el pedealeo. Con un calzado ancho provoqué un rozamiento que hizo desprenderse parte de la dinamo magnética, perdiendo la luz trasera.

P.D. Afortunadamente, luz trasera y dinamo delantera todavía funcionan, así que he hecho el famoso empalme que no era capaz de encontrar y he recuperado al menos una luz.

El sistema genera una luz intermitente potente muy visible (más que las luces que van perdiendo potencia según se gastan las pilas). Aquí se echa de menos el acumulador para la luz trasera, siendo más prescindible en la delantera.
La interacción con una bici plegable ha demostrado una escasa durabilidad de los componentes y la imposibilidad de su sustitución, al menos para usuarios poco expertos.
En definitiva, un buen invento, pero no tan bueno para una bici plegable.
Muestra 3. Magtenlight MLS-150
Características:
A diferencia de los equipos de Reelight, aquí las luces delantera y trasera se alimentan con una única dinamo, que obtiene su energía de un halo de imanes que se coloca en entre los radios de la rueda delantera. Si hemos estado un rato rodando las luces siguen parpadeando hasta 4 minutos una vez detenidos.
Instalación:
Las instrucciones sólo vienen en inglés, lo que en determinados momentos puede dificultar el montaje, pero por otro lado incluye imágenes bastante explicativas. Existe un error de imprenta: la secuencia de montaje está descolocada y si uno no se ha parado a leerla previamente puede generar confusión.
El montaje es algo difícil, especialmente la colocación de la dinamo a una distancia adecuada del halo magnético. Aunque se proporcionan distintos dispositivos para fijar la dinamo dependiendo del modelo de bicicleta y es posible montarlo uno mismo, es recomendable la colaboración de una segunda persona, sobre todo para colocar y fijar el halo magnético.


Problemas encontrados:
El halo magnetico va sostenido en plástico y durante el montaje se rompió una de las pestañas que unen las dos mitades,cosa bastante fácil por lo pequeñas y endebles que son.
Las bridas de plástico para sujetar los cables que van de la dinamo a las luces que se aportan estaban pasadas y se rompieron al apretarlas: tuve que utilizar unas nuevas. El resto del material estaba íntegro y sin problemas.


Resultado:
Las luces empiezan a alumbrar casi inmediatamente y continúan encendidas al parar la marcha, lo cual es un plus. El tiempo de parpadeo depende de cuánto se haya estado pedaleando.
La lámpara frontal tiene aceptable intensidad, aunque hay que tener claro que es una luz de posición, no sirve para iluminar el camino. La luz trasera (roja y parpadeante) tiene poca intensidad.
El dispositivo no interfiere en el pedaleo, puesto que los componentes movibles y fijos no entran en contacto, pero por otro lado es aparatoso, voluminoso y MUY ruidoso, lo que lo convierte en bastante molesto. Emite un ruido similar al traqueteo de las vias del tren (no tan intenso, por supuesto) y que yo creo que se debe a la sujección del halo magnetico a los radios, que se hace a traves de grapas metálicas, y que es insuficiente.
En general me parece más adecuado para una bici de paseo o urbana que para una bicicleta de montaña, donde puede sufrir golpes o tirones en los cables.
Conclusión:
Ambas marcas son capaces de ofrecernos alternativas a las pilas, proporcionando una luz de posición suficientemente visible sin rozamiento.
Reelight ofrece un diseño cuidado y una fácil instalación, aunque se adaptan mal a las bicis plegables y las reparaciones son muy complejas debido a la especificidad de sus componentes. Un punto a su favor es la variedad de productos que ofrece y la atención al cliente que recibimos ante nuestras dudas y problemas.
Magtenlight es quizá un producto más cutre y ruidoso que cumple su función a pesar de su compleja instalación. La ventaja es que sus piezas son fácilmente sustituibles en caso de avería, aunque no esperes asistencia de los fabricantes en caso de problemas.
Mi agradecimiento a Miki y a Araceli, por hacer las pruebas en sus MTB.
Mi agradecimiento a Miki y a Araceli, por hacer las pruebas en sus MTB.