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lunes, 29 de julio de 2013

Cómo guardar el equilibrio en bici en parado

Como muchas cosas buenas: divertido aunque no imprescindible.


Ya sé que no hay ningún problema por poner el pie en el suelo cuando se para con la bici. En un semáforo o donde sea, a nadie se le caen los anillos por echar pie a tierra en el momento en que paras.



Pero si te apetece poder parar y dejar los pies en los pedales el tiempo que quieras, tienes dos opciones: Una es agarrarte a algo y la otra es aprender a guardar el equilibrio estático. Además, es posible que en el monte esto te permita pasar montado por más sitios que si solo circulas de la forma “tradicional”.

Aunque ya sabemos que una cosa es montar en bici y otra muy distinta es ser capaz de contar cómo lo haces y que te entiendan, voy a intentar contaros mi versión de cómo se hace para guardar ese equilibrio. Y a ver si se entiende algo, ya me diréis.


Esto lo llaman track stand en la wikipedia y aquí cuentan una de las técnicas en correcto inglés, lo cual puede ser para algunos otra dificultad añadida.

El asunto, en realidad, es que el equilibrio estático no existe. Si estás absolutamente estático, o te agarras o te caes. Se trata de conseguir no avanzar y guardar equilibrio con pequeños movimientos a un lado y a otro.

La idea se parece a mantener una escoba en equilibrio de pie sobre un dedo. Pero la escoba somos nosotros subidos en la bici. El dedo sería el contacto de la bici con el suelo y se tiene que poder mover. Mientras esté alineada la fuerza del dedo con el centro de gravedad de la escoba, se mantiene el equilibrio y cuando se tuerce a un lado debes mover rápidamente el dedo hacia ese lado para buscar un nuevo equilibrio.

Lógicamente en el caso de la bici solo tendremos que ocuparnos del equilibrio a izquierda y derecha y no para todos los lados como con una escoba por lo que, si consigues mantener la escoba, te deberías poder mantener tú. No es difícil.
Hay tres técnicas diferentes, en función del modo de mover ese contacto entre la bici y el suelo.

1. Movimiento en cuesta.
Se trata de ponerte en una pequeña cuesta lateral, poner ambos pedales a la misma altura y dejar girado el manillar de forma que al apretar un poco el pedal subas unos centímetros la cuesta y al aflojarlo la bajes. Eso con el manillar girado produce un movimiento lateral de la bici contigo encima. Estarías moviendo ese contacto de la bici con el suelo.
Esta técnica es la más fácil y se puede llegar a hacer con cuestas mínimas o prácticamente solo con movimientos del cuerpo, ayudándote de los frenos. Es más fácil hacerlo de pie, pero se puede hacer también sentado y normalmente la bici se inclina algo hacia el lado del pedal que quede atrás, como en la foto del principio.

2. Inclinación de la bici con ruedas frenadas.
Es más complicado pero te permite un equilibrio en una superficie plana o incluso inclinada hacia delante. Es más fácil cuanto mayor es la rueda por lo que supongo que en una 29 será más fácil que en una plegable, aunque no lo he llegado a comprobar. Deberás dejar muy girado el manillar y frenar completamente la rueda delantera. La trasera te da igual porque no avanzará. Los pedales dan igual porque no se moverán pero si que te ayudarán en el movimiento, de hecho son los pies los más acostumbrados a guardar tu equilibrio al andar.
Se trata de inclinar la bici a un lado y a otro. Al tener el manillar girado, esa inclinación de la bici produce un pequeño avance o retroceso de la rueda delantera (que deberá estar completamente frenada) y ese pequeño movimiento lateral es el desplazamiento que necesitas del punto de contacto de la bici con el suelo. Por eso, con una rueda mayor, ese ángulo que inclinas la bici produce un desplazamiento lateral mayor y es más fácil.

3. Saltos
Esta técnica es la única que no podrás hacer durante mucho tiempo por muy bien que te salga, más que nada porque es bastante cansada. Cualquiera de la técnicas se puede hacer con pedales automáticos (son los que se enganchan a una pieza en la zapatilla), pero para los saltos son casi recomendables. Ojo con estos pedales, que deberás ser capaz de soltarte los dos con seguridad de un salto antes de probar estas cosas.

Los saltos pueden ser sólo de rueda delantera o de las dos ruedas, pero la ventaja frente a las otras técnicas es que esta la podrás entrenar con la bici en marcha y suele ser la técnica más útil en rutas de campo. Incluso para subir un escalón, tendrás que levantar un poco la rueda delantera.

3.1 Saltos de rueda delantera: hundes tu cuerpo hacia delante y das un tirón del manillar echando tu cuerpo hacia arriba y hacia atrás. Si tienes horquilla con amortiguador, ayúdate de su rebote y en parado puede ayudarte también frenar la rueda trasera. Cuando ya consigas levantar la rueda en recto, verás que es fácil hacerlo hacia un lado o el otro para guardar el equilibrio. Es una de las técnicas más prácticas en situaciones complicadas.

3.2 Saltos de toda la bici: no suele ser necesario hacerlo en parado, aunque es bastante efectivo. Se hace peor si tienes el sillín a una altura adecuada para dar pedales, porque no podrás moverte bien para agacharte. Es algo más complicado que solo rueda delantera, sobre todo si no llevas los pedales automáticos. Si los tienes, basta con coger el ritmo (especialmente si tienes amortiguadores) y levantar las punteras de los pedales para dar saltos continuos. Si no tienes automáticos, tendrás que agacharte, saltar y “sujetar la bici” para que salte contigo. Eso se consigue haciendo presión entre los pedales y el manillar, empujando el manillar hacia arriba y un poco hacia delante y bajando las puntas de los pies, para que los pedales queden en perpendicular a la línea hacia el manillar. Aquí lo fácil en marcha, si no tienes automáticos, es que se te escape el pie y que el pedal te haga una bonita herida en la espinilla, especialmente si es el típico de dientes metálicos. Ten cuidado.

Una vez que consigas saltar, el ir hacia los lados para no caerte es cuestión de ritmo, ayudarte con el manillar, levantando de distinta forma un lado y otro y empujar un poco con el lado del pie en el salto. Incluso podrías oscilar adelante atrás levantando una rueda cada vez y ponerte a intentar hacer virguerías trialeras. Si te llama el tema, aprovecha youtube y no desesperes, que ahí ya el tema se complica y puedes llegar a hacer muchísimo ejercicio en una ruta de cero kilómetros...

Con estas técnicas no te garantizo que puedas guardar el equilibrio mucho tiempo, pero sí que te puedes pasar muchos ratos entretenidos intentándolo. Recuerda que, como todo, a veces parece fácil una vez que sabes pero que si no sabes tendrás que probar una y otra vez antes de que salga medio bien y, sobre todo, recuerda que de todas las partes del cuerpo que puedes apoyar en el suelo rápido y con fuerza, siempre la mejor son los pies.