Una ruta llena de color, y de diversión
Ruta circular. 58 km. 719 k d+ Track de la ruta en wikiloc
Estamos teniendo un invierno atípico, difícil de creer, sin lluvia, con nuestros embalses vacíos y las cumbres de la Sierra limpias de nieve. Algo inverosimil, y que aunque sea tristemente (porque no es para nada normal), nos viene muy bien.
Así hemos aprovechado para hacer varias rutas por el Sur, libres de barro y de calor. Y esta semana, tras dos rutas bastante "cañeras" vamos a buscar los colores y olores de los terrenos de dehesas.
Porque aunque la falta de lluvia les roba algo de su apresto no nos impiden deleitarnos del encanto que tiene esta estación, esos colores que se dibujan en los árboles y suelo por donde solemos recorrer con nuestras bicis. Esta vez nos vamos a recorrer tres dehesas de la Sierra de Guadarrama, Fuentevieja, Fuetelámpara y Nalquejigo, donde podremos disfrutar de bosques llenos de fresnos, robles, bajo un manto de musgo y líquenes, recorridos por arroyos, por los que esta vez no tendremos que "chapotear".
Saldremos de El Escorial por la Cañada Real, y tras un par de kilómetros tomaremos un desvío para coger el camino de Peralejo. Allí empezará un camino de esos que los ciclistas de montaña dicen lleno de flow, en los que parece que la bicicleta te lleva a tí más que tú a ella.
Llegaremos al a cañada real leonesa tras un rato pisteando cogeremos luego al sendero colada Fuenteviejo que nos llevará tras unos kilómetros a la ermita de Valmayor, donde podremos coger agua en una fuente natural.
Emprenderemos camino por la vereda de los Vaqueros hasta llegar a Valdemorillo, en donde podremos hacer una parada larga donde tomar fuerzas para el resto de ruta que todavía nos queda.
Retomaremos la ruta pasando por camino Robledo de Chavela, arroyo Fuentevieja, camino de Casilla, hasta llegar al mirador labrado en piedra en donde nos haremos seguramente una foto indispensable.
Tras esta foto y tras recorrer el camino de la dehesa del Robledo, camino de los Palacios, camino Zarzalejo hasta San Martín de Valdeiglesias, nos adentraremos en la dehesa de Navalquejigo, una reserva de aves recorrida por encinas, robles y frenos. Después de dejarla atrás y tras llegar a Fresnedillas de la Oliva, podremos hacer otro descanso para un avituallamiento, observando el potro de herraje que hay en el mismo pueblo, donde nos llevará a otra época.
Emprenderemos el camino de vuelta pasando por la calzada romana con su pasos que nos van hacer poner todos los sentidos para no poner pie en tierra y entraremos en El Escorial por la Silla de Felipe II, donde disfrutaremos de las maravillosas vistas, Un colofón perfecto para una ruta que seguro que hará las delicias de todos. Desde allí, solo nos queda dejarnos caer hacia El Escorial, fin de nuestra ruta, que, como no podría ser de otro modo, tendrá por escenario el Monasterio, Patrimonio de la Humanidad,
Si aun lo dudas, te diremos que la ruta es muy bonita y bastante asequible. Técnicamente, es bastante más sencilla que nuestra última aventura por los cerros de Villalba, aunque no está exenta de diversión, y hay algunas zonas de trialeras. Un mix perfecto de pistas para disfrutar del paisaje, dehesas, sendas y carcavas de grandes rocas.
Así que no lo dudes más. Esta ruta es la que necesitas, para desconectar de los problemas cotidianos, del día a día, del estrés o simplemente, para disfrutar. La Familia tiene ese efecto. ¿Te vienes?
Sólo hay que hacerlo una vez, no hace falta que repitas en la próxima ruta.
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