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lunes, 7 de marzo de 2022

El carril bici y otras medidas para resolver los problemas de infraestructura

La república democrática del Congo tenía un problema grave de seguridad. Debido a los escasos recursos económicos de la población y falta de perspectivas de mejora, había un gran descontento y las necesidades básicas no se cubrían en gran parte de la ciudadanía. La sociedad estaba rota y la violencia se había alojado en todos los estratos de la población, ya no solo en las calles, donde se utilizaba para robarle las migajas de pan al de al primero que pasara, sino dentro de los propios hogares.

Por este motivo, además de las armas de fuego, estaban fuertemente controladas las armas blancas, pero como no se pueden poner puertas al campo, machetes y navajas fueron sustituidos por los cuchillos de cocina y mesa.

En un intento de solucionar el problema, se consideraron múltiples diseños: cuchillos sin punta, con poco filo, cuchillos con protector de plástico que solo permitía cortar cosas pequeñas, minicuchillos de 1 cm, cuchillos dentro de cajas donde solo cabe el alimento a cortar…

La cosa es que la mayoría, o bien no servían como cubiertos o bien no impedían su uso como armas. El resto cumplía las dos condiciones a medias, siendo mala solución para ambas cosas.
¿A quién se le ocurriría modificar el diseño de los cuchillos para resolver un problema de ámbito social?


El relato anterior es totalmente ficticio pero sirve para ilustrar lo que ocurre cuando se intenta resolver un problema de una cosa actuando sobre otra cosa diferente y no sobre la causante. Que no solo no se resuelve el problema sino que se generan efectos indeseados, es decir, nuevos problemas.


Las soluciones


Por eso no se puede resolver con infraestructura problemas que no son de infraestructura. Esto, en el ámbito de la movilidad implica que:
  • Hacer carriles bicis
  • Poner badenes
  • Eliminar carriles de circulación
  • Hacer los carriles mas estrechos
  • Añadir curvas a los tramos rectos
  • Poner mas semáforos
  • Poner bolardos
  • Añada aquí su genialidad favorita
No es la solución al problema que pretende solucionar.


Los problemas


El problema o mas bien los problemas que se quiere solucionar son por una parte:
  • Contaminación atmosférica
  • Contaminación acústica
  • Ocupación excesiva del espacio público por parte de los vehículos
  • Dificultad para la movilidad peatonal
debido al exceso y tipo de vehículos que se utilizan.

Y por otra parte:
  • Peligro por velocidad excesiva
  • Peligro por no respetar los semáforos
  • Agresividad, falta de respeto entre conductores
  • Aparcamiento ilegal, obstruyendo el paso
debido al no respeto del reglamento de circulación y las normas de convivencia

Si hay demasiados coches particulares, no es un problema de infraestructura. La infraestructura funciona bien y permite su circulación hasta cierto límite.

Del mismo modo que si hay un problema de adicción a la televisión, no se debe resolver quitando canales u horarios o si es de adicción al porno o a las redes sociales, disminuir el ancho de banda de las conexiones a internet no es la solución adecuada; las soluciones de movilidad empleadas de forma habitual en España, no son las adecuadas y causan efectos indeseados de diverso tipo.

Poner badenes perjudica a autobuses y sobre todo a ambulancias, bicis y VMP. Eliminar carriles de circulación perjudica por igual a todos los vehículos, ya sean necesarios o prescindibles. Los carriles bici ni son buena solución para las bicis (siempre están “mal hechos”) ni evitan del todo los problemas que pretenden.

Hay otras muchas medidas mas efectivas y que atacan directamente al problema sin perjudicar a los demás. Por ejemplo tasas o prohibiciones de aparcamiento y/o circulación, impuestos a la posesión que siempre se pueden ajustar o en función de parámetros socioeconómicos o de otro tipo.

Si hay una indisciplina de las normas de circulación y convivencia, solo hay que hacer cumplir de una manera mas efectiva las leyes, que ya existen, ajustándolas o creando nuevas y por otra parte, aún mejor, hacer campañas de concienciación para que sea el propio ciudadano el que se autorregule, disminuyendo las necesidades de vigilancia y sanción.

La próxima vez que se proponga una “solución” de infraestructura, pregúntese ¿está resolviendo un problema de infraestructura?

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