Las consecuencias podrían haber sido incluso más graves de haberse tratado de un ciclista novel, sin suficiente experiencia.
La Asociación Pedalibre denuncia la dejadez del ayuntamiento en la reparación de los socavones que van aumentando en la ciudad. Si para los vehículos motorizados son peligrosos, éstos lo son más para los usuarios de la bicicleta, que quedan expuestos doblemente al peligro, por el riesgo de caer al toparse inesperadamente con ellos y por posible colisión con otro vehículo al esquivarlos.
Otro de los problemas que afectan especialmente a nuestro colectivo es la falta de limpieza en las calles, como la existencia de arenilla, pequeñas piedras y las alcantarillas donde puede quedar anclada la rueda de la bici y producir una caída.
Por último, las rejillas de ventilación en la calzada no deben ir en el sentido de la marcha, como se colocan muchas veces, pues esto produce desestabilización al paso de la bicicleta, pudiendo provocar una caída.
Y éste es sólo el principio, pues tememos que con la crisis los hoyos, socavones y agujeros aumenten por toda la ciudad, dificultando nuestros desplazamientos urbanos y perjudicando la movilidad en general.
Exigimos al ayuntamiento la reparación de estos socavones y desperfectos de la calzada en general, tan pronto como los servicios de mantenimiento sean advertidos de su existencia y que sitúen las rejillas de ventilación en sentido contrario al de la marcha.
No se puede seguir diciendo desde el ayuntamiento que se quiere promover el uso de la bicicleta urbana si sólo se gestiona el tráfico, las calles y la planificación urbana pensando en los automóviles.
Más información: Asociación Pedalibre 617 523 271