Si hace unas semanas veíamos que los usuarios de la bici tenían incentivos de seguridad vial para saltarse las normas, hoy vemos la otra cara de la moneda. Los que las respetan escrupulosamente han sufrido en carnes la incomprensión y agresividad de otros usuarios de la vía, siendo recriminados por comportarse tal y como dicta la ley.
Es decir, no es sólo que infringir la norma aporte ventajas, es que
cumplirla está dando problemas.
Recriminaciones, algunas educadas, otras violentas
Y es que
según esta encuesta el 86% de nuestros lectores han tenido que aguantar "lecciones" por parte de otros conductores que consideraban que la bici no estaba haciendo lo correcto. Preocupante que en 1 de cada 3 casos esto haya sucedido con comportamientos agresivos al volante del recriminador e incluso amenazas físicas.
La posición en calzada, el principal conflicto
La norma es clara: El casco no es obligatorio para mayores de 16 años. El ciclista ha de circular
siempre por calzada, ocupando
todo el carril, para evitar que los coches le adelanten sin dejar distancia de seguridad. Puede usar los
carriles izquierdos para girar. Si no hay señalización que lo indique, los carriles-bici
no prohiben usar la calzada.
Lo que sí está prohibido son
los carriles-bus. En ese caso, hay que usar el carril contiguo. A pesar de que el Ayuntamiento está señalando con dibujos de bici esta norma en no pocas calles, parece imposible contrarrestar la creencia de que la bici ha de ir siempre pegada al bordillo, azuzada desde hace un año por
esta campaña de la DGT, que invita a quedarse sin espacio de seguridad para no entorpecer a otros usuarios de la vía.
Los de las furgonetas, los que más increpan
Al preguntar sobre el origen de la recriminación, nos llevamos algunas sorpresas. La primera es constatar que
policía y agentes de movilidad están siendo parte de este acoso al ciclista que circula bien.
Otro descubrimiento es la desproporción de algunos medios de transporte en las recriminaciones, concretamente taxis, buses de la EMT y furgonetas. Cuando comparamos la cantidad de quejas recibidas de estos vehículos con su presencia real en las calles de Madrid (
datos 2012), vemos que no es normal que
taxis y buses tengan 3 veces más incidencias con ciclistas de lo que sería proporcional a su presencia en las calles, y más teniendo en cuenta que hablamos de profesionales.
Pero lo es escandaloso son las furgonetas. Apenas son un 1,5% del tráfico de Madrid, pero
generan el 20% de las increpaciones a las bicis que circulan bien.
Este desconocimiento de las normas se ve reflejada en la siniestralidad de este medio,
algo que incluso preocupa ya a la DGT.
La policía ha pedido expresamente el incumplimiento de la norma a 1 de cada 10 ciclistas
Avisamos hace un año de
que la policía paraba a bicis por cumplir la norma, algo que denunciamos ante el Ayuntamiento y la propia policía. Mientras las autoridades
negaban que tal problema existiese, nos han ido llegando más testimonios en meses sucesivos. Estos ciclistas recibieron la
orden directa de tener que incumplir las normas si querían continuar la marcha.
La principal fuente de conflicto es la Policía Municipal, el cuerpo que se encarga de velar por el cumplimiento de la Ordenanza de Movilidad de Madrid.
Lo más común es recibir la orden de abandonar el carril de circulación por el que deben de ir las bicis para usar el de más a la derecha cuando éste es un carril-bus, que está expresamente prohibido a bicicleta, incluso en lugares en los que hay una señal indicándolo. En varias ocasiones se pide además ceñirse lo más posible a la derecha, algo no sólo contrario a la ordenanza, sino extremadamente peligroso al desaparecer la distancia de seguridad.
A otros encuestados les ha sido ordenado que se subieran a la acera, algo también prohibido. Paradójicamente, la Policía Municipal multa con 60€ a los ciclistas que circulen por el carril-bus o por la acer.
37 de 373 encuestados han sufrido esta absurda situación. La reacción de la policía tras comentar el ciclista que la norma dice otra cosa es descorazonador: sólo en 1 caso la Policía consultó la normativa para comprobar su error. Lo general es insistir en dar la orden absurda, ignorar la contradicción e incluso amenazar al ciclista que se empeña en circular bien.
Ante esta situación, EnbiciporMadrid
ha concertado una reunión el miércoles 8 de octubre con el delegado de Seguridad, Enrique Núñez, de quien depende la Policía Municipal para tratar este tema, y explicarle además porqué
su intención de sancionar más a los ciclistas es simplemente una manera ineficaz de tapar las consecuencias de un problema sin comprender su origen. Las soluciones que le queremos presentar para arreglar todo esto
las podéis leer en este artículo.
La mitad de los ciclitas, acoso semanal. La otra mitad, alguna vez al año
Un último dato para la reflexión: No hay acuerdo en si esto es algo puntual o constante. Prácticamente la mitad de ciclistas declara que es algo que le pasa de manera constante. La otra mitad habla de algunos casos anecdóticos. Dejamos esta radical diferencia de experiencias al debate de los lectores.
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