Bordeando el Monte del Pardo por el norte
El Puente de La Marmota está situado en el límite del término municipal de Madrid (Monte de El Pardo) y los municipios de Tres Cantos y Colmenar Viejo.Fue realizado entre 1756 y 1758, bajo mandato de Fernando VI. El puente se construyó para dar continuidad a la valla de El Pardo y permitir un paso de los caminos por el norte. Se eleva sobre un cañón natural, justo donde el Manzanares llega al Embalse de El Pardo, inaugurado en 1970. El puente tiene 12 metros de luz, un tablero de 45 metros de largo, 4.7 de ancho, y una disposición inclinada de un extremo a otro.
Si algo bueno tiene esta zona es lo inaccesible que resulta para el público en general, es uno de esos sitios de Madrid que la mayoría solo conocen por fotos. Con un terreno tan escarpado, allí no se puede llegar en coche, y está muy lejos para ir andando. Si sueles hacer rutas en bici por los alrededores de Madrid, entonces seguro que lo conocerás, porque es paso obligado para bordear el Monte de El Pardo por el Norte.
Ayer, sábado 13 de abril, 28 ciclistas nos juntamos para hacer una ruta de unos 32 km que nos iba a llevar desde Tres Cantos a Las Matas bordeando el Monte de El Pardo por el norte. Una ruta muy variada, corta pero muy intensa, con subidas muy duras, bajadas vertiginosas, amplios caminos, estrechos senderos, tramos de arena, tramos de piedras, vadeo de arroyos... una ruta muy divertida.
Para muchos de nosotros la ruta empezó en Madrid. Habíamos quedado a las 8:00 en la Plaza de Castilla, y tras cinco minutos de cortesía salíamos rumbo norte en busca del carril bici de Colmenar.
A las 8:25 llegábamos a la pasarela blanca, recogíamos a algún ciclista más, y nuestro grupo, cada vez más numeroso, seguía rodando a buen ritmo en dirección a Tres Cantos.
En menos de una hora estábamos según lo previsto en Tres Cantos. Aquí recogíamos a los que venían en el Cercanías y nuestro grupo pasaba a tener 28 ciclistas. Bueno, 27 en realidad, porque uno tuvo que retirarse al partir un radio de la bici. Ya es mala suerte.
Tras una rápida bajada cruzamos el arroyo de la Tejada, que no llevaba mucha agua, y empezamos una larga subida hacia el mirador de Valdelaganar. Era el momento de contemplar el paisaje y comer algo.
Al norte veíamos toda la Sierra nevada, y al oeste los caminos que nos llevarían hacia el Puente de la Marmota. Son unas largas bajadas con el camino muy roto y con peligrosos surcos. Bajábamos rápidos, y uno de los ciclistas enganchó la rueda delantera en la arena y salió volando. Un accidente tonto que nos pudo pasar a cualquiera.
Sangraba, y pensábamos que se había roto un par de dedos, pero por suerte dos compañeros llevaban botiquín de primeros auxilios y rápidamente le limpiaron la herida, le pusieron betadine y se la vendaron para que pudiera volverse a Tres Cantos. Por la tarde hablé con él y aunque un poco dolorido no tenía nada roto, sólo tuvieron que darle unos puntos en la herida. Esperamos que se mejore pronto y pueda acompañarnos en muchas más rutas.
Continuamos nuestra ruta bordeando la valla del Monte del Pardo y contemplando las vistas del embalse de El Pardo, lleno como no se ha visto desde hace muchos años.
Tras una divertida bajada por un camino y un tramo final de piedras (que unos hicieron sobre la bici y otros andando), llegamos al Puente de la Marmota.
Este suele ser siempre el punto más concurrido de la zona porque los ciclistas aprovechan para descansar, comer algo y hacerse unas fotos de recuerdo. Aunque no es lo habitual, el río Manzanares bajaba con mucha agua, que hacía bastante ruido al golpear en las piedras del cauce.
La salida del valle subiendo a la colina contraria es muy dura, por un estrecho sendero, y más complicada todavía si te cruzas con dos grupos de ciclistas que te obligan a bajar de la bici una y otra vez. Por suerte era poco más de un kilómetro y llegábamos a un amplio camino.
Después de un pequeño descanso, nos tocaba enfrentarnos a lo más pesado de la ruta, una larga recta de más de 4 kilómetros que parecía interminable.
El camino es un continuo sube y baja que parece no acabarse nunca. Al menos el firme de arena está en buen estado y se puede rodar cómodo.
Nuestro grupo se alarga mucho, ha empezado a pegar el calor con fuerza, y lo único que nos refresca es la nieve que podemos ver en las cumbres de la Sierra.
Si volvemos la vista atrás, además del camino recorrido, podemos ver el Monte del Pardo, el embalse, y al fondo Madrid.
La postal del Monte del Pardo con la silueta de Madrid y las Cuatro Torres nos acompañó durante todo el día.
Una nueva parada de reagrupamiento al llegar a la carretera de Hoyo de Manzanares nos permite descansar y comer algo. Los que venían con nosotros por primera vez se extrañaban de que estuviésemos comiendo y comiendo durante toda la ruta.
El tramo hasta los Cuarteles de Hoyo lo hicimos por divertidos senderos, evitando en gran parte la carretera, aunque algún tramo no tuvimos más remedio que rodar sobre el asfalto.
Un tramo por caminos y senderos nos llevaría otra vez hasta la civilización. Entramos en Los Peñascales, y volvemos a salir, pegados a la valla del Pardo para la última sorpresa del día: el arroyo de Trofa.
Este arroyo es un poco traicionero, porque además de su profundidad su lecho es de arena, y si te descuidas puedes quedarte clavado.
La teoría ya la sabemos, hay que poner plato pequeño (o mediano), y piñones grandes, para que puedas seguir pedaleando y no te quedes clavado aunque se frene la bici.
Claro que esa es la teoría, porque en la práctica unos consiguieron pasar, y otros acabaron poniendo el pie en el agua. También los hubo que decidieron cruzarlo a pie directamente sin subirse a la bici, pero el más divertido fue el que decidió cruzar el río nadando, y se tiró de cabeza desde el borde. Lo siento, pero de eso no hay foto (y si la hay, mejor no ponerla).
Una ruta divertida en una mañana de sábado, con un final para muchos refrescante, y como siempre en muy buena compañía.
Después de esta ruta hemos sacado tres conclusiones,
1. Un accidente lo puede tener cualquiera, pero es de mucha ayuda tener alguien que te ayude en esos primeros momentos. Un pequeño botiquín con unas gasas, betadine, esparadrapo... es algo que deberíamos llevar todos en nuestras salidas.
2. Esta ruta en sentido de Tres Cantos a Las Matas parece más suave que hacerla a la inversa. Tomamos nota para nuestra Vuelta al Pardo. Tomamos nota también de la dureza, y tendremos en cuenta que si en esta ocasión eran 32 km, en la Vuelta tendremos que hacer unos 90 km.
3. Éramos 28 ciclistas y nadie llevaba la ruta metida en el GPS. Gran error porque muchos llevábamos GPS en el móvil. Aunque yo conocía la ruta, en un momento dado dudé si estábamos en el camino correcto, y acabamos fiándonos de la intuición y de la ayuda de algún ciclista.
Yo llevaba la ruta en el GPS... ¡Doble mala suerte!
ResponderEliminarPues ya sabes que la Vuelta al Pardo que daremos a finales de primavera no te la puedes perder ;-)
ResponderEliminarDurante la ruta muchos vamos haciendo fotos, y al final esas cientos de fotos las compartimos en una carpeta de Dropbox. Si alguno de los participantes en la ruta no tiene acceso a esa carpeta, que me mande un correo para que pueda dárselo.
ResponderEliminarMi intención era darla ayer... :(
ResponderEliminarAsí que sí, intentaré estar con vosotros para acabar lo que ayer no pude. Por cierto, que envidia me dieron ayer las fotos de los vadeos de los arroyos...
¿Alguno cruzó así el río? :)
ResponderEliminarhttp://youtu.be/4Cv1S-4QTO0
Buenas fotos, sin duda fue una buena ruta. Espero que se recupere el del accidente, que mala suerte, y es importante al menos llevar muchos kleenex como mínimo, por lo menos para quitarte la sangre.
Muy parecido. Algo que puede pasarle a cualquiera.
ResponderEliminarDicen que hay un vídeo circulando por ahí, en el que aparece el que se tiró de cabeza desde el borde del arroyo, empeñado en cruzarlo nadando ;-)
He visto los vídeos de Sergio, que por cierto son muy buenos, y no sale :)
ResponderEliminarcoooomo que no , minuto 03:20 http://www.youtube.com/watch?v=TC0EzzchbWU
ResponderEliminaresto ya rulaba ayer por los mentideros de Internet... XD
ResponderEliminarHola, os quiero dar las gracias a todos los que os esforzáis en hacer esta tipo de salidas en bici,me lo pase genial,disfrute muchísimo,y hasta la próxima.
ResponderEliminarsaludos a todos.Por cierto buenas fotos
AAh que bueno!
ResponderEliminarLástima no haber ido.
No hubiese cruzado andando.
Montado... o nadando jeje
Realmente quedo un dia genial, tanto por el grupo como por el tiempo como por la ruta, aunque esta se hizo un poco dura a veces en los tramos que hubo que hacer a pie.
ResponderEliminarUn placer haber pedaleado a vuestro lado y la proxima que pueda me apunto.
Muy buena ruta y un muy buen día.
ResponderEliminar¿Hay alguna ruta MTB prevista para este fin de semana? Es que no sé si ir a la de Pozuelo, a la de los holandeses o a lo que organicéis vosotros (si no es muy complicada)
ResponderEliminarCarmen, estamos preparando una ruta MTB muy chula, de unos 70 km, siguiendo el curso de un río, con unos caminos sinuosos entre encinas, embalses, azudes, cascadas... Más info, mañana por la mañana.
ResponderEliminarQué gracioso, ese mismo día, una hora después, hice yo el mismo recorrido en mi entrenamiento para el maratón de Madrid, que fue dos semanas después. Pero no nos habremos cruzado, porque íbamos en la misma dirección y yo salí después.
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