Por el Camino de Santiago, de Manzanares el Real a Madrid
Iniciábamos nuestra ruta en Cercedilla a las 9:30, y tras unos 25 divertidos kilómetros y cruzar Manzanares el Real, nos dirigíamos hacia Madrid. Todavía nos quedaban más de 40 kilómetros, el sol ya estaba apretando bastante, con una temperatura por encima de los 20ºC y el viento soplando de frente. Dicen que cuando en una ruta en bici todo va de culo, siempre aparece el viento de frente para ponerlo más difícil.
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Tras cruzar la carretera M-608 y desviarnos en la glorieta en dirección hacia el cementerio, cruzamos el embalse de Santillana por un puente y nos dirigimos hacia el Alto del Enebrillo. El embalse está bastante lleno, casi al 80% de su capacidad según los datos del Canal de Isabel II, y son muchos los pescadores que se encuentran en sus orillas.
La subida al Alto del Enebrillo son unos dos kilómetros por un amplio camino con una pendiente no muy dura, pero que hace que tengamos que esforzarnos un poco más que hasta ahora. Aunque en principio la ruta de Cercedilla a Madrid puede parecer todo en bajada, son tres las subidas que tenemos en nuestro camino: la subida al embalse de Cercedilla, esta segunda subida al Alto del Enebrillo, y todavía nos quedaba por delante la subida a Tres Cantos desde el arroyo de la Tejada.
Desde lo alto, merece la pena una parada para contemplar el paisaje de La Pedriza, la Sierra de Guadarrama, y del Embalse de Santillana. Un pequeño descanso y seguimos nuestra ruta en dirección a Colmenar Viejo.
La bajada del Alto del Enebrillo hasta el Puente del Batán es una larga recta de más de 5 kilómetros en la que se cogen grandes velocidades. Eso al menos debían pensar los ciclistas que me iba cruzando por el camino, y es que debe dar mucha rabia cuando vas subiendo con un gran esfuerzo una cuesta tan larga como esta, y te cruzan unos locos bajando a todo trapo.
Una pequeña trialera, más fácil de bajar que si se hace cuesta arriba, nos deja en el Puente del Batán. Por esta zona ya hemos pasado muchas veces en nuestras rutas en bici, y la conocemos bastante bien.
Desde aquí, para llegar a Colmenar Viejo, sólo nos queda recorrer el Camino de Cerceda, una zona de trialeras que siempre nos hace recordar lo paquetes que somos sobre la bici.
Subidas, bajadas, piedras, ríos... si no llevásemos tantos kilómetros encima seguro que teníamos que poner menos veces pie a tierra, pero las subidas trialeras nos lo ponen bastante difícil.
Pasada la vía del tren, ya aparece el largo camino hasta Colmenar Viejo, y empezamos a apretar la marcha para ver si llegamos a comer a Madrid.
Una vez cruzado Colmenar Viejo por la Ronda Oeste, y tras bajar hasta la ermita de Santa Ana, nos desviamos hacia el cementerio y el Camino de la Tejada en una vertiginosa bajada a más de 50 km/h
Cruzamos el Arroyo de la Tejada una y otra vez, parando sólo para hacer un par de fotos y emprender la última subida del día hacia Tres Cantos. Aquí si que se notaban las piernas bastante cansadas, pero sólo eran un par de kilómetros los que nos separaban del carril bici.
Una vez arriba siempre se nos plantea la misma duda de siempre ¿seguimos hasta Madrid por el carril bici o cogemos el Cercanías en Tres Cantos?
Como siempre nos dice Martingala, "por el carril bici hasta Madrid, sólo es dejarse caer". Para él van dedicadas estas dos fotos :)
Al llegar a Madrid, muy cansados por cierto, continuamos por el carril bici, y en lugar de hacerlo por el Anillo, entramos directamenteo por Fuencarral para bajar luego por el Paseo de la Castellana. Las fuerzas estaban escasas.