Lógicamente en el proyecto del nuevo intercambiador se ha tenido en cuenta el paso del carril bici del AVC pero como ocurre en tantas ocasiones esta parte de la obra ha sido considerada “menor” al menos en dos puntos “negros” que han sido rematados con soluciones manifiestamente mejorables. Si esto se hiciera con el trazado de una carretera el primer accidente grave saldría en portada de los periódicos, pero la bici sigue teniendo un papel secundario en la movilidad.
Superamos la curva “ciega” y seguimos por una cómoda pendiente –siempre que sea en descenso- en paralelo a las nuevas dársenas de autobuses, una amplia curva a la izquierda, una ligera subida y llegamos al paso de peatones de la calle Ocaña. Aquí el problema es que el carril finaliza en un paso muy estrecho en el que se acumulan los obstáculos: tapas de alcantarilla, bolardos y un paso de peatones con el rebaje del bordillo no alineado con la trayectoria natural de un ciclista que venga del AVC, un muro de hormigón a la derecha, dos armarios de registro de luz que tapan la visión…….todo un cumulo de objetos que al final impiden que dos ciclistas se crucen si tener que bajar de la bici. Al menos hay una señal de acera bici.
Al margen de esto que hemos comentado para alcanzar desde aquí el carril bici del Parque de Aluche no hay ninguna indicación de señalización vertical ni horizontal y si no conoces la zona puede ser que te pierdas. Además la zona esta llena de gente que sale y entra al intercambiador aunque esto es algo lógico en una estación de este tipo.
En sentido opuesto si vamos desde Ocaña a Av. de los Poblados la subida desde la parte inferior de las dársenas de autobuses hacia la curva “ciega” es bastante acusada, no me atrevo a ponerle porcentaje pero el 8% seguro que lo tiene. Si te pilla con una mala relación de cambios seguro que te pondrás de pie sobre la bici…..y al llegar a la curva –en este caso a izquierda- no cierres la trayectoria, que los que bajan vienen, muy, muy deprisa.