¡Qué divertido es pedalear por la nieve!
Como mis compis habituales de ruta no tenían bonobici este fin de semana, ayer sábado, con un día de sol estupendo, decidí acercarme con los peques a la Sierra a rodar por la nieve. La idea inicial era subir al puerto de la Fuenfría, un camino muy sencillo, que ya hemos hecho en muchas ocasiones, y en el sabíamos que seguro íbamos a tener nieve. Mucha nieve.
A las 9:30, con una temperatura de 5ºC y un sol radiante, llegábamos en el Cercanías a la estación de Cercedilla. Era el segundo tren de la mañana, lleno de montañeros y esquiadores, pero con ningún ciclista. Con el buen tiempo que tenemos en la Sierra, ¿dónde habrá ido hoy la gente a pedalear?
La subida hasta las Dehesas de Cercedilla la hicimos por carretera. No había muchos coches a esta hora, más bien ninguno, y según íbamos subiendo la nieve empezaba a hacer acto de presencia en la calzada.
La zona de las Dehesas tenía mucha nieve y hielo en la calzada, y para los coches era obligatorio poner las cadenas. Nosotros rodábamos con precaución, pero sin problemas. No habría más que un par de centímetros de nieve pisada y así se rueda muy bien.
Los montañeros que íbamos adelantando nos miraban con caras raras ¿dónde vaís con bici, con la nieve que hay en la carretera? ¡Se os ha olvidado poner las cadenas!
Pasada la primera barrera la cosa se empezó a complicar un poco. Aumentó considerablemente el espesor de la nieve, y las únicas huellas eran las de los esquiadores que por allí habían pasado.
Siguiendo las huellas de los esquiadores seguimos avanzando por la pista, aunque con bastante dificultad. La bici patinaba mucho.
Según íbamos subiendo, el espesor de la nieve aumentaba, y se hacía más difícil rodar por el camino. El paisaje era precioso, y el silencio absoluto, solo oíamos el crujir de la nieve bajo las ruedas.
A pesar del sol, la temperatura había bajado bastante, y ya estábamos a varios grados bajo cero.
No os podéis imaginar la cara que se le quedó a un esquiador cuando le adelantamos sobre la bici, claro que seguro se reía por dentro pensando lo que nos esperaba un poco más adelante. ¡Si no podéis seguir os dejo los esquíes!
Una vez cruzada la Calzada Romana, y la segunda barrera, rodar sobre la nieve se puso casi imposible. Sólo los esquiadores podían pasar por allí sin problemas. Intentamos llegar a los miradores de los poetas, pero ni a pie empujando la bici era sencillo, porque nos hundíamos en la nieve.
Hay veces que rodar por la nieve se hace muy difícil, por no decir imposible, y en ese caso, lo mejor es darse la vuelta y empezar el divertido descenso... con algún que otro resbalón.
Qué chulo el camino Puricelli nevado!!!
ResponderEliminarHay veces que una ruta merece la pena sólo por disfrutar del paisaje o de la compañía.
No es necesario subir 3 puertos y hacer 80 kilómetros para pasárselo bien.
pues no será porque no hay inventos para la bici... cadenas de bici para la nieve :) para la próxima!
ResponderEliminarPreciosas fotos, gracias Aalto por compartirlas con nosotros. ¡Qué envidia!
ResponderEliminar<span>hola</span>
ResponderEliminarque bueno !
muchas gracias por el reportaje, y los comentarios tan simpáticos. Dan ganas de coger la Bici, y salir disparadado a repetir tan divertido recorrido.
Además de hacer todo el viaje de forma limpia, ecológica, y Sostenible. Sin chatarra contaminadora.
<span>Muy chulas las fotos y el paisaje nevado, una pena que no llegases hasta los miradores, porque las vistas en un día soleado y todo lleno de nieve deben ser impresionantes. A pesar de todo, la bajada en bici por la nieve debió ser muy divertida, si lo vas a repetir otro día, avisa y me apunto.</span>
ResponderEliminarLugar ideal para ir a probar una bici KtraK...! ¿Alguien tiene el track GPS de esa ruta? Lo intentaremos...!
ResponderEliminarLo olvidaba... más información en www.bikenbabia.com
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