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martes, 20 de septiembre de 2011

Frustración con un conductor, y duda con un semáforo intermitente

Escrito el 20 de septiembre por Eduardo

Hola EnBiciPorMadrid,

Antes de nada quería daros las gracias por la gran labor que estáis haciendo por la promoción de la bicicleta como un medio de transporte competitivo para la ciudad de Madrid, hace tiempo que os sigo, y gracias a ello llevo ya un par de meses usando la bicicleta para ir a trabajar todos los días.

Os escribo porque por primera vez en este breve tiempo me he sentido frustrado y amenazado por una mala experiencia vivida hace poco más de una hora según volvía a mi casa, y es que no que hacer, creo al menos que he actuado bien, pero el mal cuerpo que se te queda después me hace perder las ganas de coger la bici como hago cada mañana para ir a trabajar.

Los hechos son los siguientes, en un semáforo de la Avenida del General Perón, os pongo fotografía para que lo valoréis, siempre que llego a él me lo encuentro en rojo, así que como un vehículo más me detengo, y siempre en el carril derecho puesto que circulo lo más a la derecha posible para dejar fluir el tráfico y para mi propia seguridad. En el carril en el que me detengo está pintada una flecha con dos puntas; recto y derecha, además de que el semáforo permite girar a la derecha unos segundos antes de que se ponga en verde, por tanto puedes esperar para continuar recto o bien girar a la derecha. Yo espero a la luz verde para continuar recto. Una imagen vale más que mil palabras:

Frustración con un conductor, y duda con un semáforo intermitente
Hoy un coche ha llegado después mía y ha empezado a pitarme para que le dejara pasar. Yo he me girado y le he señalado la flecha pintada del suelo. Ni corto ni perezoso me grita y me insulta: “Pero que idiota eres! Quítate de en medio!” A la que seguía pitando y acelerando en parado. Yo le contesto que se esté tranquilo, que si fuese un coche no me estaría pidiendo que me apartase.


A los 5 segundos, que es el tiempo que el semáforo te permite girar a la derecha antes que puedas continuar recto, el semáforo se pone en verde, así que continúo mi camino, como un vehículo más. Este sujeto ha empezado a acelerar de forma brusca, no se a qué distancia ha podido quedar detrás de mí, no he podido verlo. En cuanto pudo me adelantó para ponerse delante de mí, en ese momento me fijo que va con una mujer de copiloto y una niña detrás tapándose la cara de vergüenza. Ya delante mía me cerraba el paso, frenaba en seco, me obstaculizaba el camino, y el de otros vehículos, y por tanto me ponía en peligro de caerme, chocarme o se arrollado por otros. En mi cara ni un mal gesto, ni una sola palabra, no le quería dar un solo motivo de satisfacción al estar jodiéndome, miedo en ese momento no tenía, tan solo la sensación de estar viviendo algo desagradable, pero según escribo esto mis manos tiemblan. Supongo que será la adrenalina del momento.

La película ha continuado durante unos 400 metros aproximadamente cuando hizo echarme al carril izquierdo que te obliga a girar hacia la calle Juan de Olías, sentiría haberme ajusticiado y restaurado su ego lo suficiente como para continuar su camino.

¿Hice algo mal? También soy conductor, tengo coche, y diría que con el código de circulación en mano mi maniobra está bien hecha, pero ya hasta te hace dudar.

¿Cómo puede evitar esto? La única respuesta que veo es la de hacerme de menos y echarme a un lado, siempre he creído en hacer respetar tu espacio, primero cumpliendo las normas de circulación y segundo no dejar que te pisen el espacio.

¿Qué se puede hacer con este tipo de... sujetos? Denunciar ni me lo he planteado, su palabra contra la mía es un caso perdido.

Tenía que desahogarme, siento el ladrillo que ha salido, pero me gustaría aprender a resolver este tipo de problemas o intentar evitarlos. Mañana será otro día, pero el semáforo estará ahí, y puede que venga acompañado por un conductor enrabietado que pierda los estribos, y todo por 5 cochinos segundos.

Un saludo y gracias de nuevo,

Eduardo.